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Palco de autoridades
La derrota del Mallorca ante el Valladolid le deja como uno de los peores equipos de segunda división. Un vagón de cola que no es capaz de abandonar a pesar de la llegada de la nueva propiedad y el pluriempleo que demuestra Maheta Molango desde que aterrizó en el club hace dos semanas. Lo hace todo. Incluso animar como un aficionado más desde el palco de autoridades. Y no es para menos, porque el equipo de Pepe Gálvez arrinconó a los pucelanos durante gran parte del partido y creó ocasiones más que suficientes como para golear a su rival.
Sin embargo la etapa Sarver se ha iniciado sin cambios y con dos derrotas, porque los jugadores siguen siendo los mismos que fichó Miguel Ángel Nadal como director deportivo. La vida sigue igual de puertas hacia dentro y las buenas intenciones aún no se han traducido en el fichaje de un delantero goleador, el objetivo de la nueva propiedad antes del cierre del mercado de fichajes.
Bianchi, que debía abanderar la misión goleadora, no entró en la convocatoria para no afectar su regreso a Italia y se dejó fotografiar en las gradas a la espera de cerrar un traspaso favorable para todas las partes. Su sustituto lo tendrá muy fácil para mejorar sus números pero lo cierto es que nadie garantiza el gol en el Mallorca. Y de seguir así el equipo se irá al pozo sin que nadie lo remedie.
Gol, falta gol y eso se paga. Esta es la receta que necesita el equipo para dar un impulso a su trayectoria. Es el principal ingrediente para reaccionar y salir del barro. Un gol que Sarver anhela desde la distancia, el aficionado desea desde la grada y Maheta Molango busca en las oficinas. De otra manera no habrá más fútbol profesional en Son Moix y ya sabemos que la nueva propiedad americana no lo permitirá. Por suerte, Show must go on...
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