sábado. 15.02.2025
MALLORCA

[Galería] Noa, una perrita abandonada de 10 años, encuentra un hogar

Esta bulldog francés fue utilizada para la crianza hasta que por edad dejó de cumplir esa función

Se llama Noa y es una hembra de bulldog francés de alrededor de 10 años. A lo largo de su vida, esta perrita ha sido destinada a la tenencia de camadas para su venta: su anterior dueño, un criador, tenía a Noa para vender a sus cachorros. Sin embargo, llegado el momento en el que esta perrita dejó de poder criar, su antiguo propietario decidió que ya no le valía la pena mantenerla, por lo que decidió dejarla en la perrera de Son Reus, lugar en el que habitualmente la mayor parte de perros mayores terminan sacrificados.

A pesar de ello, en esta ocasión el desenlace de la historia de Noa es feliz. Silvia Orell, que se define a sí misma como a una "amante de los bulldog francés", afirma que no podía permitir que esta perrita terminara de esta forma y esta misma mañana ha decidido adoptarla para que forme parte de su familia perruna: "Hablé con Miguel (presidente de la Asociación Peluditos de Son Reus) y me dijo habían renunciado a ella, que tenía entre 9 y 10 años y que la habían utilizado siempre para criar".

Tras enterarse de la situación, decidió que tenía que sacarla de la perrera: "Me la llevo porque no puedo dejarla aquí. Simplemente no puedo". Silvia explica que pudo saber que Noa estaba en adopción gracias a Facebook, plataforma en la que las asociaciones de animales difunden fotografías de los que necesitan un hogar para que se pueda encontrar a alguien que los quiera.

Silvia tiene más perros que adoptó en la perrera y está a la espera de que le llegue otro de Sevilla. Uno de ellos es Dols, una mezcla de mastín y ca de bestiar que sacó de la perrera hace alrededor de un mes, del que explica que es "muy cariñoso" y que está siempre acercándose a la gente. Este comportamiento es común en los perros que han sido abandonados y posteriormente adoptados por el agradecimiento que muestran sus dueños.

 

CADA VEZ MENOS ABANDONOS 

Poco a poco, la sociedad parece tomar conciencia y sensibilidad y se van reduciendo los abandonos de animales cada año. Miguel Elvira, presidente de la asociación Peluditos de Son Reus, dedicada a pasear y a cuidar a los canes que están en la perrera, explica que esta práctica ha bajado mucho: "Ahora la gente ya no abandona por abandonar y la conciencia ha cambiado bastante". A pesar de ello, recuerda que en julio y agosto es cuando se producen más abandonos: "No sé si es porque la gente se va de vacaciones y no quiere pagar una residencia o no sabe qué hacer con el perro", pero afirma que durante esta época es cuando más animales llegan a la perrera de Son Reus, "muchos más" que en los meses que llegan después de Navidad.

Para seguir reduciendo los abandonos, Elvira destaca la importancia de concienciar a los niños, que son el futuro inmediato de la sociedad. Explica que Peluditos pronto pondrá en marcha "charlas en los colegios" que se harán a través del Ayuntamiento de Palma, hecho que les permitirá conseguir una mayor difusión de su mensaje. Para ellos "lo importante es la base, porque muchas personas mayores, de 60 años para arriba, tienen una concepción distinta y es más propensa al abandono. Muchos de ellos por desgracia tienen otra cultura y entienden que si un perro molesta lo suyo es traerlo aquí. Explica que ha visto a gente diciendo de perros pequeños que "tiene 5 años y ya molesta en casa". Esas charlas en los colegios de la mano del Ayuntamiento permitirá conseguir que se les "haga mucho más caso" que si "vamos nosotros por nuestra cuenta", según Elvira.

Aparte de la concienciación, también resulta vital, como explica el propio Elvira, la esterilización de los animales. Afirma que eso es fundamental porque "llegan camadas y camadas. El otro día sacamos a tres perros de aquí y llegó una camada con cuatro cachorritos. El problema también surge en que a pesar de que las crías salen enseguida, no pasa lo mismo con los padres". Pone como ejemplo a una hembra que llegó hace poco: "Todos los cachorros ya han salido y ella sigue ahí", lamenta. La castración la considera especialmente importante en los perros catalogados como potencialmente peligrosos, que a menudo terminan en la perrera por la dificultad para ser cuidados. Silvia Orell concuerda con Elvira: "Hay que castrar para evitar los abandonos. La gente ha de ser consciente de que eso no es malo; eso de que la perra debe tener al menos una camada en su vida es una mentira muy gorda. Al final hay muchas camadas indeseadas y terminan aquí". También insiste en que todo aquel que "quiera un pit bull, bull terrier" o similar, que se saque la licencia para perros potencialmente peligrosos "porque después acaban aquí".

 

PASEAR A LOS PERROS EN SON REUS

A pesar de que los abandonos se están reduciendo paulatinamiente porque la sociedad se está concienciando, todavía llegan muchos perros - sobre todo en julio y agosto - y la perrera siempre está llena. Por eso, los animales presentes en ella necesitan una atención que no siempre pueden recibir. La asociación Peluditos de Son Reus, formada por voluntarios, tiene a personas cada mañana que dedican parte de su tiempo a pasear y cuidar a los canes. La propia Silvia viene cuando puede, a pesar de que lo tiene difícil: "Yo vengo poco porque trabajo en Portocolom y me queda lejos, pero siempre que tengo un momento libre y puedo vengo y ayudo con los perros, los paseo y les doy el cariño que desgraciadamente aquí no tienen".

Miguel Elvira recuerda que cualquier persona mayor de edad puede venir a Son Reus a hacer esta labor social. Explica que todo el mundo "puede venir aquí de 9 a 13:30 de lunes a viernes y los sábados de 9 a 12. Basta con llevar el DNI y una firma para que te den un chaleco y poder sacar a pasear al perro que uno quiera". Los operarios ceden al voluntario al perro que quiera para que lo pasee durante "un mínimo de 20 minutos". Para ello hay una zona habilitada en la que se les puede soltar, además de una amplia parte del recinto por la que se les puede pasear. Aconseja venir pronto, "a partir de las 9", porque recuerda que en la temporada estival luego hace mucho calor: "Sale el sol y los perros terminan fatigados".

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