El portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz, ha asegurado este jueves que no es partidario de aligerar las restricciones aunque se aprecien mejoras en los datos de incidencia acumulada de la COVID-19 en Baleares.
En una rueda de prensa para actualizar el impacto de la pandemia, Arranz ha afirmado que "en un futuro próximo" no se tendrían que rebajar, en general, las medidas restrictivas, a pesar de que, concretamente en Mallorca, se habría superado el pico de la tercera ola el pasado 31 de diciembre y desde entonces se observa un descenso de la incidencia acumulada.
Sin embargo, el portavoz ha explicado que rebajar las limitaciones cuando la incidencia sigue siendo alta generaría que un ligero incremento de casos supondría un gran reincremento de la incidencia acumulada.
Arranz ha expresado la necesidad de alcanzar cifras de incidencia acumulada como las registradas en verano para empezar a pensar en rebajar restricciones aunque ha admitido que medidas "muy concretas" se podrían valorar ante la tendencia actual.
El portavoz ha destacado la situación de Mallorca, que muestra una "clara disminución" y registra crecimientos negativos a lo largo de los últimos días y que habría alcanzado el pico máximo el pasado 31 de diciembre lo que lleva aparejado un descenso continuado de la incidencia acumulada.
Respecto a Menorca, Arranz ha explicado que el incremento se ha situado alrededor del cero y que podría estar cerca de un nivel máximo que podría paso a un descenso de la incidencia acumulada.
En relación a Ibiza, el portavoz ha destacado que el crecimiento intersemanal sigue siendo positivo aunque muestra un "claro descenso" que permite hablar de un cierto optimismo.
Si el descenso de los incrementos se mantiene, ha apuntado, se podría llegar a un pico en los próximos días pero, ha advertido, sería un pico "muy elevado" que daría lugar a que, ante un ligero aumento de casos, se disparase la incidencia acumulada por encima de los 2.000 casos.
Relajación de las restricciones
Atendiendo a este contexto, Javier Arranz, se ha mostrado contrario a relajar las actuales restricciones "en un futuro próximo". Según ha argumentado, "cuanto más rápido relajas las restricciones, más problemas generas".
Según ha explicado, habrá que esperar a alcanzar niveles de incidencia similares a los registrados en verano para pensar en una relajación de las medidas restrictivas porque, si se hiciera ahora, "a la mínima" la incidencia podría llegar a superar los 1.300 casos por cada 100.000 habitantes.
En todo caso, ha matizado, esto no sería obstáculo para empezar a pensar en la relajación de medidas "muy concretas", aunque no ha especificado cuáles.
El doctor Arranz ha resaltado, igualmente, que además del número de casos hay que prestar atención a otros factores como la cepa británica, el perfil de los enfermos o dónde están produciéndose los brotes.