
La Asociación de Navegantes Mediterráneo (ADN) ha aceptado la dimisión de su presidente, Tomeu Albors, después de que saliera a la luz que en el pasado cumplió condena por actividades relacionadas con el narcotráfico. En un comunicado, la asociación ha explicado que los miembros de la junta directiva, que asumieron sus cargos en diciembre, desconocían esta información hasta su aparición en prensa.
Impacto en la reputación de la asociación
Desde la asociación han expresado su pesar por el daño a la reputación de ADN Mediterráneo derivado de estos hechos. A pesar de reconocer las ganas, ideas y valía de Albors, han subrayado que su continuidad como presidente habría comprometido el papel de la entidad como interlocutor en sus objetivos sociales.
Mientras se prepara una reestructuración, la presidencia será asumida temporalmente por otro miembro de la junta directiva.
Críticas por airear el pasado de Albors
La asociación también ha lamentado que se haya "removido" el pasado del ex presidente, argumentando que ya pagó su deuda con la justicia. En el comunicado, han cuestionado la utilidad de publicar dicha información y han criticado a ciertos medios por perjudicar a la entidad al airear este caso.