jueves. 28.03.2024
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Escaparate de una tienda con productos de Majorica, en Palma.

El Juzgado de lo Mercantil ha autorizado la venta de la perlera Majorica, con sede central en Mallorca, y ha abierto un plazo de dos meses a partir de ahora para la presentación de ofertas, con lo cual, la nueva propiedad de la compañía se decidirá a partir de febrero de 2021.

El administrador concursal, abogado Fernando Martínez Sanz, ha comunicado este viernes al entorno de la empresa el auto del juez. Según ha informado el director general de Majorica, Didier Grupposo, los compradores interesados tendrán ahora dos meses para presentar sus ofertas, en las que deben especificar la inversión prevista y el número de puestos de trabajo que esperan mantener.

Por este motivo, el expediente de regulación de empleo (ERE) que se anunció a los trabajadores al comunicar el concurso queda en el aire hasta que se resuelva este proceso, dado que la plantilla se ajustará a la oferta ganadora.

Transcurrido el periodo legal de dos meses, será el juez quien decida la nueva propiedad de Majorica, en base a un informe del administrador concursal.

Según ha indicado Grupposo, aparte de un grupo inversor mallorquín interesado que ya había trascendido, hay otros posibles candidatos que se han puesto en contacto con el administrador concursal.

Víctima de la crisis

Grupposo ha valorado que estos pasos permiten aclarar algo el futuro de la empresa y "dar un poco de tranquilidad". "A finales de febrero o principios de marzo sabremos quién se queda con Majorica", ha indicado.

El concurso de acreedores responde a la difícil situación económica que atraviesa la empresa. Majorica, con sede en Manacor, ha notado con fuerza el impacto de la crisis del COVID-19, debido a que sus ventas están estrechamente vinculadas al turismo -con puntos de venta en aeropuertos y cruceros-.

Se prevé cerrar el año con una cuarta parte de las ventas que se registraron en 2019. Durante la pandemia se han intentado buscar fórmulas para superar la crisis, pero las malas cifras de septiembre y octubre, tras un verano de escasas ventas, obligaron a presentar el concurso voluntario de acreedores.

Autorizada la venta de Majorica, cuya nueva propiedad se decidirá en febrero