
La compraventa de vivienda libre por parte de extranjeros creció un 41,9% en el último trimestre de 2021 respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, volviendo a una cifra similar a los registros prepandémicos de 2019, siendo los estadounidenses y los alemanes los que más invierten en la capital, alcanzando los 2.487 euros por metro cuadrado, después de Baleares.
Según la 'startup' de compraventa de vivienda Huspy, este fenómeno alcanzará cifras récord al término del verano, impulsado por la demanda embalsada tras el Covid-19 y el fin de las restricciones de viaje.
Desde la 'app' han indicado que el turista inmobiliario internacional elige España por su potencial atractivo inversor y facilidades de compra en comparación con sus países de origen, así como su clima, su cultura y su gastronomía.
En este sentido, han indicado que el país se prepara para un 'boom' del denominado turismo inmobiliario, este año impulsado por el levantamiento de las restricciones de movilidad y la normalización de los viajes tras la pandemia del coronavirus.
La recuperación económica de los países interesados en invertir en España ha disparado las compras formalizadas por extranjeros en España en los últimos meses.
Así del total de compras formalizadas por extranjeros en España y registradas en el último trimestre de 2021, según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el inversor foráneo compró 43.827 viviendas.
Más compras en la costa
Aunque el mayor volumen de compras de viviendas realizadas en verano, por parte de inversores extranjeros, se concentra en las ciudades costeras, los expertos inmobiliarios constatan también un progresivo crecimiento de la demanda en grandes ciudades como Madrid por parte de los turistas inmobiliarios.
Los británicos son los que mayor porcentaje de transacciones inmobiliarias extranjeras concentran en nuestro país, pero son los estadounidenses y los alemanes los que mayor nivel de inversión alcanzan. Los precios record pueden llegar hasta los 2.487 euros por metro cuadrado.
Según indican los operadores del sector, estos turistas inmobiliarios adquieren una vivienda en España principalmente para uso vacacional siendo los principales factores de contribuyen a su decisión el clima, la cultura, la gastronomía, el coste de la vida, la seguridad o las comunicaciones.
Esta tendencia también se ha visto afectada por el fenómeno del teletrabajo, que facilita a esta población el pasar estancias más largas fuera de sus países de origen.
Prohibir la compra a extranjeros
Por otra parte, Endavant-OSAN Mallorca ha reivindicado la prohibición de compra para no residentes "como medida urgente para proteger el ejercicio del derecho a la vivienda a corto plazo", ante las "graves dificultades" que existen para acceder a una casa en la isla.
En un comunicado, han señalado que recientemente, el fenómeno de compra de viviendas por parte de personas con alto poder adquisitivo como segundas residencias o simplemente como inversión "se ha disparado", un hecho que, bajo su juicio, hace subir aún más los precios de un mercado "totalmente a disposición de los intereses privados y cada vez más inaccesible para las clases populares".
Además, Endavant-OSAN Mallorca ha considerado que este "colonialismo inmobiliario" acelera los procesos de gentrificación. "Palma ya no solo expulsa a las clases populares de los barrios, sino que estos se adaptan a los gustos e intereses de una población que ni siquiera vive ahí", han censurado.
En este sentido, han propuesto una "doble solución" para esta "problemática", como es recuperar la soberanía de la vivienda y la expulsión del sector privado del ámbito de la vivienda.