Esta historia ocurre el viernes, 18 de septiembre, en la calle Manacor, en la parada que está a la altura de Reyes Católicos, antes de llegar al Bingo Rosales, en concreto la 395 (para que lo sepa todo el mundo).
Eran las 8 horas, cuando una usuaria que esperaba el autobús, como todos aquellos que han de llegar al trabajo, al colegio o donde les dé la gana, porque para eso está el servicio, aunque sea mínimo, tras esperar media hora en la parada, ve llegar a lo lejos un bus de la línea 14 (procedente de Son Ferriol).
En concreto todo ocurrió en la parada 395. El bus llegó, paró, descargó a todo el mundo que llevaba dentro, pero no abrió las puertas para que los usuarios que llevaban más de 30 minutos esperando para ir a trabajar tuvieran la posibilidad de acceder al vehículo.
El 'tío' cogió, de vacío, y se las piró.
Así es como quieren hacer huelga algunos en la EMT, cuando les toca prestar servicios mínimos. Vaya jeta y cara, que hay que tener, para con los tiempos que corren fastidiar a los ciudadanos que con sus impuestos pagan sus sueldos.
Esta muy bien, o no, que hagan huelga, porque están es su derecho, según la legislación. Pero a buen seguro que más de un ciudadano no les da la razón para hacer lo que hacen en momentos tan delicados para la salud y economía de todo el mundo.
A esto solo se le puede llamar egoísmo y si esperan que los ciudadanos les entiendan y se solidaricen con ellos, de esta forma nos parece que lo llevan claro.
Ahora queremos ver si el responsable de la EMT, Xisco Dalmau, se encarga de buscar al susodicho chófer para que se le pidan explicaciones y en caso de que sea necesario se le abra un expediente; porque aquí, los derechos los tenemos todos y la justicia también está por igual para todos.
A ver esos lectores que nos expliquen sus experiencias en los comentarios y dicen ahora la suya, que es el momento apropiado.