jueves. 28.03.2024
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Mallorquines consumiendo antes de la pandemia. (Archivo)

El consumo de los ciudadanos se hundió en Baleares un -25,4% a lo largo de 2020, un descenso que supera concres el que se experimentó a lo largo de la última recesión, cuando se registró un -2,9% en 2009, al mismo tiempo que las islas duplican el ratio de la media nacional: -12,6 por ciento.

Así lo indica el informe de coyuntura 'Evolución Económica' correspondiente al cuarto trimestre del ejercicio 2020 -cuyos datos se han sumado al acumulado durante el año-, que ha presentado este jueves la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB).

En el estudio se señala que la COVID-19 ha generado una crisis global, no comparable con las anteriores crisis económico-financieras, que ha tenido una gran repercusión en todo el archipiélago, donde la emergencia sanitaria ha sumido la economía balear en una sima vertical sin precedentes.

Y es que, según CAEB, "los intentos de aceleración no han conseguido afianzarse", como consecuencia de los nuevos rebrotes y de la entrada en vigor nuevas restricciones a la actividad y movilidad, que han situado el último cuarto del año la contracción estimada del consumo en el 28,5% (vs -31,3%, 3º trim.).

Esta situación se explica por los cambios en los patrones de consumo de los hogares –descenso de las ventas minoristas (-6,4% vs -15,9%, 3º trim.) e incremento del desempleo (44,6% vs 90,5%, 3º trim.)– y la muy escasa, por no decir nula, afluencia turística (-91,8% vs -82,4%, 3º trim.), que ha lastrado la exportación de servicios turísticos, pues no ha alcanzado en el conjunto del 2020 el equivalente a 20 días del verano del 2019 (-87,6% vs 0,6%, 2019).

Casi 4.000 empresas perdidas

Por otro lado, a pesar de los esfuerzos de las políticas monetarias, los bajos niveles de actividad, junto con la incertidumbre imperante, han alimentado a finales de año el tono bajista de las expectativas empresariales (-58,5 puntos). Así mismo, a pesar de la desaceleración de la destrucción de tejido empresarial (-7,1% vs -10,1%, 3º trim.) el balance anual se ha saldado con una pérdida de 3.810 unidades empresariales (-8,5% vs -5,8%, 2009).

Adicionalmente, la reducción de la compra de vehículos de carga, que ha cerrado el ejercicio con el peor dato de la serie estadística (-53,4% vs -23,5%, España), así como también la inversión en construcción, en lo que a presupuestados de visados de obra se refiere (-29,2% vs 6,2%, 2019), hacen sino sugerir que los impactos derivados de la COVID "serán de larga digestión", ha precisado la patronal.

Todo esto ha conducido a la formación bruta de capital a ampliar la contracción del trimestre anterior (-14,4%) hasta situarla en el 20,9%, una tasa que se suma a una trayectoria trimestral que ha encadenado negativos hasta legar un retroceso anual del 16,4%, superior al estimado para la media española (-12,4%).

El consumo se hunde en Baleares el doble que en España