La Policía ha desarticulado un grupo dedicado a la comisión de hurtos por el método del 'pinchazo', tras cerrar la investigación el pasado jueves con la detención del que sería el líder del grupo, siendo este acusado por los agentes de un total de 26 delitos. Junto con la detención del que sería el líder del grupo se ha detenido a otro miembro de la organización, quien también fue puesto a disposición judicial.
Además, otras dos personas han recibido declaración como investigadas en el caso. Se trataría, por un lado, del tercer miembro del grupo, con menor implicación que los otros dos, y, por otro, de una mujer quien colaboraba presuntamente con los anteriores proporcionándoles vehículos para cometer los hechos, ha detallado.
El modus del 'pinchazo'
En cuanto al modus del 'pinchazo', la Policía ha explicado que consiste, en vigilar a una potencial víctima, la cual acude a un establecimiento comercial en su vehículo, y mientras se encuentra
haciendo compras, pinchan o desinflan una de las ruedas del mismo.
Cuando la víctima retorna al vehículo y se percata del problema, ha añadido, generalmente se baja a solucionarlo, dejando las puertas abiertas y su bolso u otros efectos personales dentro del coche, aprovechando los sospechosos para apoderarse de sus bienes.
No obstante, ha indicado, en varias ocasiones los sospechosos han logrado apoderarse de bienes de las víctimas bien porque no cerraban el vehículo correctamente al acudir al comercio tras estacionarlo, o bien porque aprovechaban un descuido cuando el perjudicado acudía a repostarlo a una gasolinera de la zona, situaciones que les hacían innecesario llegar a pinchar la rueda del coche.
Los hechos investigados, se producían, ha destacado, en distintos centros comerciales de la zona de Levante de Palma, en los que los sospechosos estacionaban su vehículo y se quedaban a la espera de posibles víctimas. El perfil de las mismas era diverso, personas que acudían a comprar materiales de obra en furgonetas, o bien de mujeres que acudían solas a supermercados y otros comercios de la zona y eran percibidas como más vulnerables por los sospechosos.
