Abdón, Abdón, Abdón… Abdón, Abdón.
El capitán del Mallorca se vistió de Rey Mago para traer la victoria en el último suspiro ante el Valladolid. Era en el 94 cuando el de Artà enganchó un cabezazo tras el saque de un córner que le permitió introducir el balón en el fondo de la portería, causando así el júbilo entre todos los aficionados que se dieron cita en el estadio.
El Valladolid se mostró firme durante los noventa minutos del partido. Con un buen trato de balón y un empaque que le permitía asentarse sobre el terreno de juego con la finalidad de obtener un buen resultado en su visita a Mallorca.
Pero esto no iba a ser ningún problema para el equipo de Aguirre. El mexicano ya se ha encargado de que sus jugadores formen un grupo duro y rocoso contra el que los rivales se enfrenten sin obtener nada a cambio. El Mallorca lo intentaba por medio de Amath o Muriqi, pero no obtenía resultado.
Así se llegó al final de los noventa minutos. Tras la reanudación un larguero de Kike Pérez, cortó el aliento a la grada.
El Mallorca respiró otro aire con los cambios. La entrada de Kang In Lee le dio aire y juego a un equipo que tuvo que esperar a que el crono pasara de cuatro minutos del tiempo reglamentario para que su héroe les entregara el mejor regalo de Reyes posible, un gol postrero en un partido que estaba predestinado a acabar en empate y que permitía que los tres puntos se quedaran en casa.
