jueves. 28.03.2024
undefined
Los manifestantes estaban cubiertos con mascarillas e intentaban mantener la distancia social.

El hartazgo ante la situación actual ha llevado a un nutrido grupo de hosteleros a manifestarse en la mañana de este martes ante la sede del Govern balear, Consolat de Mar, al margen de sus patronales sectoriales y sin contar con el preceptivo permiso de Delegación de Gobierno. Según los propios asistentes, eran más de 300, incluso 400 han estimado algunas fuentes.

La concentración ha sido convocada con un cierto grado de espontaneidad en los últimos días a través de las redes sociales, principalmente desde asociaciones zonales como las de Santa Catalina y s'Escorxador, bajo el lema: "Armengol, estamos aquí hartos de ti" y a ritmo de pitada. Eso sí, guardando la distancia social y portando mascarillas los participantes.

Entre las consignas que se han coreado y las pancartas mostradas no han faltado referencias a la sensación de desamparo de los hosteleros, que han incidido en que siempre les toca sufrir las restricciones que van surgiendo. En la misma línea, se ha incidido en que con el cierre que entrará en vigor mañana miércoles muchos trabajadores quedarán en el paro.

Situación delicada

En general, la protesta ha servido para exteriorizar el hastío después de nueve meses de inactividad o bien actividad muy restringida, que han puesto en la cuerda a toda la economía, y en el caso de la hostelería está forzando muchos cierres, que previsiblemente se acentuarán durante los próximos meses.

De momento, bares, cafeterías y restaurantes tienen suspendida su actividad hasta el 30 de enero, sin que se sepa qué sucederá a partir de esa fecha. Aunque pueden seguir trabajando de puertas hacia dentro y ofertar sus productos bajo las fórmulas de 'delivery' (entre a domicilio) y 'take away' (recogida en el establecimiento).

Evitar más cierres

Por su parte, PIMEM Restauración ha difundido esta mañana un comunicado en el que ha pedido a las autoridades 3.000 euros por trabajador y restaurante, con un máximo de 30.000 euros por establecimiento y trimestre, de forma que se cubra el último trimestre de 2020 y el primero de este año.

De este modo, la patronal asegura que "pone cifras concretas como punto de partida a la difícil situación por la que pasa el sector" ante las restricciones y limitaciones del Govern por la pandemia de COVID-19. Para la Asociación es necesario "concretar y actuar de manera rápida" para evitar la caída de más establecimientos.

Más de 300 hosteleros se manifiestan ante Consolat de Mar por su supervivencia