
Como cada año desde 2017, este 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas. La iniciativa, declarada por la ONU, pretende crear consciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible. "Sin las abejas no habría vida, ni comida ni tampoco naturaleza. Son la clave de nuestra existencia", asegura a Mallorca Confidencial la bióloga mallorquina Mar Leza, responsable de los primeros estudios en Baleares sobre estos insectos de los que, curiosamente, ella es alérgica.
Las abejas y otros polinizadores -como las mariposas, los murciélagos y los colibríes-, permiten que se reproduzcan muchas plantas, entre ellas numerosos cultivos alimentarios. No en vano, las abejas llevan coexistiendo desde siempre con las flores si bien se ven cada vez más amenazadas por las actividades del ser humano. "Si las abejas desaparecen al hombre le quedarían 4 años en la Tierra", nos recuerda Leza haciendo alusión a una célebre frase acuñada a Albert Einstein.
Para los curiosos, comentar que celebramos el 20 de mayo del Día de las Abejas porque coincide con el aniversario del nacimiento de Anton Janša que, en el siglo XVIII, fue pionero de la apicultura moderna en su Eslovenia natal. Janša elogiaba lo buenas trabajadoras que son las abejas y la poca supervisión que necesitan de su trabajo.
La importancia de la polinización
Cabe recordar que la polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad, piedra angular en el cumplimiento de los Objetvos de Desarrollo Sostenible (ODS). Asimismo, sirven para alertarnos sobre los nuevos riesgos ambientales, indicando la salud de los ecosistemas locales.
Los insectos invasores, los pesticidas, los cambios en el uso de las tierras y los monocultivos pueden reducir los nutrientes disponibles y suponer una amenaza para las colonias de abejas.
"La sociedad es cada vez más consciente de su importancia gracias a las numerosas campañas", señala Leza antes de apuntar que "cada vez me llaman desde más colegios solicitando información. Y no solo para los más pequeños sino a todos los niveles".
Y es que la divulgación en las nuevas generaciones es fundamental. Por ello, Leza participa en la iniciativa "Ciencia per a tothom" y en las escuelas de verano que organiza cada año la Universitat de les Illes Balears (UIB).
Una bióloga mallorquina como referencia
La mallorquina Mar Leza Salord se ha convertido en toda una referencia en el mundo de las abejas. Licenciada en Biología por la Universitat de les Illes Balears en 2008, en sus inicios colaboró investigando en diversos estudios científicos relacionados con plagas agrícolas y forestales. "Desde pequeñita, siempre me fascinaron los animales", explica una bióloga que colabora con científicos de todo el mundo en un proyecto común sobre estos insectos que parecen haber sido diseñados para evolucionar y cumplir su función.
Leza se doctoró en Biología por la Universitat de les Illes Balears en 2015, obteniendo la mención europea de doctorado y el premio Santander de Postgrado por el mejor expediente de promoción de los estudios de Doctorado en Biología de las Plantas.
El objetivo de la tesis de Leza -quién visitó el plató del programa 'La Resistencia' el pasado mes de febrero aprovechando la celebración del Día de la Mujer Científica- se centró en el estudio de dos factores importantes para el estado sanitario de las colonias de abejas de la miel: el parásito Varroa destructor y el impacto del insecticida biológico Bacillus thuringiensis subsp. kurstaki (aplicado para el control de la procesionaria del pino). Para completar su tesis doctoral, en los años 2010 y 2014 realizó sendas estancias en el laboratorio de patología del Centro Apícola Regional de Guadalajara, y en el centro de investigación Centre for Ecology & Hydrology (Natural Environment Research Council) de Oxfordshire (Reino Unido), respectivamente.
La bióloga también nos ha advertido del peligro de las avispas asiáticas. "Llegaron en 2015 desde el sudeste asiático. Desde 2018 no hemos localizado ninguna en las islas lo que supone una gran noticia ya que en un solo avispero puede llegar a tener 8.0000 ejemplares". Cabe recordar que si usted localiza un enjambre de abejas o un avispero tiene que contactar con la Conselleria o en su defecto con los Bomberos, ya que es imperativa la actuación de un profesional.