El pasado mes de noviembre se convirtió en el más cálido desde 1961, año en que comenzó la serie histórica, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Con una temperatura media de 12,3ºC, el mes registró un incremento de 2,8ºC por encima del promedio (1991-2020). Además, fue el segundo noviembre más seco del siglo XXI, con una media de 37,5 litros por metro cuadrado (l/m²), solo superado por el de 2004.
Temperaturas extremas en gran parte del país
En amplias zonas de la Península, las temperaturas estuvieron hasta 3ºC por encima de lo habitual, con algunos puntos alcanzando valores superiores a los 4ºC. En Canarias, las temperaturas llegaron a superar los 33ºC, mientras que en el norte de Galicia se alcanzaron los 25ºC. En Baleares y Canarias, el mes fue calificado como extremadamente cálido, con anomalías superiores a 2ºC respecto a la media.
El mes de noviembre de 2024 se convirtió en el más cálido registrado en 45 estaciones principales, casi la mitad del total analizado por AEMET.
Escasas precipitaciones a nivel general
Noviembre fue un mes muy seco en España, con precipitaciones que apenas representaron el 48% del promedio. Sin embargo, Baleares y la fachada oriental peninsular fueron excepciones, con un carácter entre normal y húmedo gracias a lluvias intensas durante los primeros días del mes. En el noroeste de Mallorca se registraron acumulaciones de más de 100 l/m², destacando especialmente en los observatorios de la Comunidad Valenciana, sur de Tarragona y Baleares.
En algunos observatorios del país se batieron récords de precipitación acumulada en 24 horas, como:
- Barcelona/aeropuerto: 144,2 l/m².
- Hondarribia/Malkarroa: 118,8 l/m².
- Reus/aeropuerto: 98,3 l/m².
En cuanto a los valores mensuales, destacan los 226,4 l/m² en Hondarribia, los 175,1 l/m² en Barcelona/aeropuerto y los 163,4 l/m² en Reus/aeropuerto, todos ellos máximos históricos para noviembre.
Un noviembre de contrastes
Aunque el mes marcó récords de calor y sequía en gran parte del territorio, zonas específicas como Baleares experimentaron lluvias relevantes, mostrando los contrastes climáticos que caracterizan los eventos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes en España.