La asociación Amics dels Llaços Grisos, integrada por familiares de mayores usuarios de residencias, reclama la inmediata dimisión de tres altos cargos del Govern Balear y el Consell de Mallorca que asegura que se han vacunado contra la COVID-19 de manera irregular.
En primer lugar, señala a la directora insular de Gent Gran, del Consell de Mallorca, Sofía Alonso; a la que sigue el subdirector de Enfermería y Cuidados del IBSalut, Carlos Villafáfila. Y, en tercer lugar, cita a la subdirectora de Atención a la Cronicidad de la Conselleria de Salut, Angélica Miguélez.
"Según informan los medios de comunicación, estos tres altos cargos, indistintamente de su vinculación, o no, al PSOE. Aprovecharon las, supuestas, dosis sobrantes para vacunarse el pasado domingo, 27 de diciembre, en el inicio de la vacunación que tuvo lugar en la Residencia Oms-Sant Miquel, gestionada por el IMAS", afirma la entidad en un comunicado.
Además, recuerda en un comunicado que "fueron las primeras 169 dosis de la vacuna Pfizer que llegaban a las Islas y el escenario elegido para escenificar esta proeza, fue la Residència Oms-Sant Miquel, en Palma. Son dos residencias, físicamente independientes, que según la web de la Conselleria de Salut, cuentan con 73 usuarios y 172 profesionales".
Por tanto, "estaba previsto que se vacunasen 73 usuarios y aproximadamente unos 90 profesionales, así fue anunciado por el Director General del Servicio de Salud, Juli Fuster, en la presentación de la campaña de vacunación" recuerda Llaços Grisos.
Y continúa: "Según la web del Consell de Mallorca, 69 personas (7 residentes y 62 trabajadores) de ambas residencias, no se pudieron vacunar por diferentes motivos. Si entre usuarios y profesionales suman 245 (73 y 172, respectivamente). Y no se vacunaron 69 de ellos, el 27 de diciembre, habría 176 personas restantes a vacunar. Pero los números no cuadran, las cifras ofrecidas por ambos organismos, entre residentes y trabajadores, no corresponden con la, supuesta, treintena dosis sobrantes, que menciona la prensa".
Sí las cosas sucedieron de ese modo, continúa el comunicado, "es inadmisible la falta de transparencia, de planificación y de gestión que se vislumbra de esta primera campaña de vacunación, que nos fue "vendida" a la población como un espectáculo de gran envergadura", ironiza la asociación.
Sin seguir el protocolo
Para los familiares de usuarios de residencias "no hay justificación aceptable para que tres o más altos cargos se beneficiasen de su cargo político para vacunarse". Y, en ese sentido, recuerdan que según establece el Ministerio de Sanidad, los primeros en vacunarse deben ser las personas mayores y el personal sociosanitario que les asiste.
"No, la directora insular de Gent Gran, del IMAS, por mucho que se clonase también cómo directora en funciones de la Residencia La Bonanova ni por la ubicación de su despacho ni por mantener reuniones con familiares. A las familias no le consta que hayan sido, en ningún caso, presenciales, ni tan siquiera que Sofía Alonso hubiese asumido la dirección en funciones de esta residencia", precisa el comunicado.
"Ni como los otros altos cargos, por sus relaciones habituales y directas con los centros residenciales ni por ser considerados potenciales vectores. Nada de ello exime de que, como el resto de población, adopten las pertinentes medidas de seguridad vigentes para evitar la propagación y el contagio del COVID-19", finaliza Llaços Grisos.
