MC.- La suspensión de las 'revetlas' de Sant Antoni y Sant Sebastià, ¿ha incrementado las pérdidas de la hostelería en Mallorca?
EC.- Desde el punto de vista de que se ha suspendido la operación de los restaurantes, salvo algunos que ofrecen 'take away' y 'delivery', no podemos valorarlo por separado. Sí que se han producido pérdidas, pero en un marco de cierre total, podemos decir que no nos afecta más de lo que ya estamos.
MC.- Desde su cargo en PIMEM Restauración, ¿cómo valora la división que se está produciendo en la hostelería?
EC.- Desde PIMEM Restauración, un compañero nunca es ni será un enemigo, defendemos el trabajo conjunto con otras patronales del sector, como venimos haciendo con CAEB Restauración, así como con la Administración pública, que es donde tenemos el reto.
Por tanto, todo lo que sea aglutinar a un sector que tradicionalmente está muy disperso y donde el asociacionismo es muy bajo, nos parece bien. Nos uniríamos a otras patronales en trabajos concretos para ser una única voz. Con las administraciones son con las que nos tenemos que entender.
MC.- ¿Qué le parece la manifestación convocada para el 22 de enero desde la hostelería, pero no desde las patronales?
EC.- Viene a dar continuidad a una inquietud y un desasosiego ciudadano generalizado. Se debe que las medidas tienen a la población descontenta. Y, hay sectores como la restauración donde el sufrimiento es mayor.
Me parece necesario salir a la calle después de tantos meses de tratar los asuntos en los despachos, y no se están escuchando con la urgencia o consistencia necesaria.
Me pregunto cómo de cerca está la Administración pública de la calle. Cuando se empiezan a movilizar temas en la Administración después de que hayan salido 5.000 personas a la calle, hace pensar que estamos tratando el tema de una manera que no es eficaz.
Hasta ahora parecía que el tejido empresarial y la administraciones ven dos realidades diferentes. Son necesarias ayudas para compensar el cierre, y si no se pueden conseguir aquí, hay que pedirlas en Madrid; y, si no es suficiente, entonces en Europa.
A lo mejor hacía falta gritar un poco más y hacer más patente el descontento ciudadano.
MC.- ¿Considera que esa protesta y la que le precede son representativas del sector hostelero?
EC.- No he podido mirar ni quién la convoca ni a quién representa. No sabría decirlo. Pero cada ciudadano es muy libre de convocar una manifestación.
