La polémica desatada ayer en el Parlament después de que se supiera que la presidenta del Govern baler, Francina Armengol, estuvo hace unos días consumiendo en un bar a las dos de la madrugada, a pesar de las restricciones que su propio Govern ha impuesto para toda la ciudadanía de Baleares, está creciendo.
En la mañana de este jueves el presidente del Partido Popular balear, Biel Company, ha exigido su dimisión "inmediata", después de que varios medios la sitúen en un bar del centro de Palma que incumplía los horarios marcados por las medidas contra la COVID-19.
En una rueda de prensa, Company ha señalado que se trata de una cuestión de "salud democrática" y ha apuntado que Armengol "no puede seguir ni un minuto más en el cargo". "Ha intentado darnos lecciones de ejemplaridad estos años y ella debe aplicárselas a sí misma", ha criticado.
Poco después, la consellera de Hacienda y Relaciones Exteriores, Rosario Sánchez, ha rechazado comentar la polémica y ha señalado que "desde Presidencia se darán las oportunas explicaciones", ante las reiteradas preguntas por parte de los medios sobre esta cuestión.
Los periodistas han preguntado a Sánchez por este asunto en la rueda de prensa posterior al Consell de Govern extraordinario, reunido para aprobar el techo de gasto para 2021. Y ella se ha escudado en que no es la portavoz del Govern y ha insistido en que la rueda informativa se había convocado para la presentación del techo de gasto. "No entraré a hacer valoraciones", ha declarado.
Pese a la insistencia de los medios, Sánchez tampoco ha querido contestar a las preguntas sobre qué otros cargos estaban con la presidenta la noche de los hechos -las informaciones publicadas hablan de un asesor- ni si este asunto se ha comentado en la reunión del Consell de Govern.
Alusiones cada vez más claras
Según la información publicada este jueves por un diario local, el pasado 7 de octubre Armengol se encontraba en un bar que incumplió los límites horarios impuestos por el Govern cuando fue reconocida por agentes de Policía Local que acudieron ante las quejas de vecinos.
Días antes, otro diario isleño dio pistas sobre este incidente en una de sus secciones, sin aludir directamente a la presidenta sino mencionando a "una conocida política" de Baleares.
Finalmente, este miércoles el asunto trascendió al debate de política general en el Parlament, cuando el portavoz parlamentario y presidente del PP, Biel Company, se refirió a este tema también sin identificar a la presidenta explícitamente.
