El enfrentamiento está servido. El límite de velocidad en la Serra de Tramuntanta a 60 kilómetros por hora será una realidad. Radares por todo el recorrido se encargarán de que los conductores de automóviles y motocicletas respeten la nueva norma.
Una nueva norma que no ha sido bien recibida por algunos alcaldes y vecinos de los municipios afectados. En cambio aquellos ayuntamientos gobernados por partidos de las mismas siglas que el pacte en el Consell y Govern, no han dicho ni mu.
Todo el mundo coincide en que hay que controlar los excesos de velocidad que se producen en las carreteras de la Serra durante los fines de semana, principalmente por parte motociclistas que circulan a velocidades muy altas, poniendo en riesgo su vida y la del resto de conductores que transitan por la zona.
Es por ello que el Consell de Mallorca, por medio del Departament de Carreteres, que dirige Iván Sevillano, ha optado por limitar la velocidad en toda la Serra a 60 kilómetros por hora, una medida que ha generado controversias porque alcaldes y residentes de la zona creen que "está muy bien limitar la velocidad", si bien añaden que "no en todos los lugares por igual", porque "hay lugares muy delicados que requieren de esa limitación, pero otros no necesitan que sea tan exhaustiva, aunque esté controlada".
Creen que "limitar la circulación en toda la Serra a 60 kms/h es una locura que perjudica a los que viven cada día en la Serra", cuando "son una minoría y principalmente los fines de semana los que crean el problema".
Pero éste no es único problema. Por lo visto, el hecho de que la decisión se haya tomado de manera totalmente unilateral y sin consenso con los municipios implicados ha generado un gran malestar con el conseller Sevillano, a quién algunos tildan de "chulo y prepotente".
Lo que está claro es que la decisión está tomada y que finalmente se actuará según dictamine el Consell de Mallorca. Ahora solo queda ver las consecuencias de esta nueva medida.