La asociación Terraferida, descrita como ''una asociación que cuestiona el consumo de territorio y se rebela contra el modelo económico basado al ocupar tierra fértil y valiosa'', ha solicitado al Consell de Mallorca que desclasifique la mayor parte de las cerca de 80 hectáreas de suelo urbanizables que todavía tiene Sa Ràpita.
En un comunicado, la entidad ha asegurado que esta cantidad "exagerada" de suelo urbanizable amenaza con transformar el casco urbano y todo su entorno, sometido a una presión urbanística enorme.
Terraferida ha explicado que la combinación de gran cantidad de suelo urbanizable, unas condiciones extensivas dirigidas al mercado inmobiliario de lujo, un entorno protegido como Parque Natural que sirve de reclamo para vender promociones y la nueva autopista hasta Campos, son un "cóctel urbanístico explosivo" que está acelerando la urbanización.
La asociación ha explicado que buena parte de las zonas consideradas como urbanizables conservan valores naturales y agroecológicos notables, pero podrían acabar acogiendo miles de nuevas viviendas.
En este sentido, toda la zona de Can Estela y el torrente de Son Durí, que figuran todavía como urbanizables, tienen un gran valor paisajístico y natural y conservan una importante población de tortuga mediterránea.
Esta zona, salvada de la construcción de un hotel de cerca de 1.000 plazas hace pocos años, han alertado, podría acabar urbanizándose igualmente si no hay una intervención de la administración.
La asociación ha indicado que si estos espacios agrarios y naturales se siguen urbanizando, Sa Ràpita verá cómo su población experimenta un crecimiento alrededor del 30-40% respecto al censo actual, lo que haría aumentar la presión sobre recursos naturales escasos como el agua.
Todo esto, han añadido, sin contar plazas turísticas, la edificación sobre solares ya consolidados y el suelo rústico urbanizable. Además, se añadiría también una presión "inasumible" en el Parque Natural de Es Trenc Es Salobrar Campos, que ya tiene graves problemas de masificación y una gestión mínima.
Así, Terraferida ha propuesto la desclasificación de los terrenos urbanizables, exceptuando aquellos estrictamente necesarios para hacer vivienda social, acoger equipamientos y zonas verdes.
Ahora mismo, han apuntado, todos estos terrenos están sometidos a presiones para ser urbanizados, de hecho algunos se encuentran en fase de tramitación y podrían urbanizarse pronto si no hay una acción de las administraciones, empezando por el Consell, "que no ha sido capaz de desclasificar ni un metro cuadrado, ni proteger un solo topónimo los últimos cinco años".