Los caballos son animales muy sensibles a las altas temperaturas y deben protegerse ante una ola de calor como la que estamos viviendo. Sin embargo, nadie mira por ellos. Ni tan solo sus propietarios.
Condenados a trabajar como esclavos, los equinos de las calesas de Palma tienen que soportar cada verano una auténtica pesadilla que acaba pasando factura. Todo ello, tras más de tres meses de confinamiento donde apenas han hecho ejercicio.
El aspecto de los caballos dista mucho del deseado. Para prueba, la imagen que ilustra este artículo que fue tomada este pasado miércoles a las 18:59 frente a la Catedral de Palma.
Unas condiciones "calamitosas"
"Las condiciones del caballo eras calamitosas. Daba la sensación que con solo tocarlo iba a derrumbarse ¿Donde están los controles veterinarios?. No puede ser que se permita que los caballos trabajen en alertas por altas temperaturas. Si un decreto, como el actual, no sirve, se cambia y punto", señalan desde la formación Progreso en Verde.
El partido ecoanimalista agrega que "¿De qué sirve un decreto que prohíba la circulación de las calesas de 12:00 a 17:00 por altas temperaturas, si posteriormente la alerta se alarga durante el día. Y los primeros que mienten son los caleseros que dicen que cuando hace mucho calor no circulan. Seguimos esperando que desde el ayuntamiento se dejen de titulares y declaraciones simbólicas y saquen medidas de protección animal. Pero a día de hoy ni equipo de Gobierno ni oposición levantan la voz por los animales".
Una invitación sin respuesta
Cabe recordar que Progreso en Verde invitó a los grupos políticos del Ajuntament de Palma a realizar el pleno del mes de julio en la parada de las calesas de la Catedral para así empatizar con los caballos que son explotados a diario en nuestra ciudad "amiga" de los animales.
Los caballos de las galeras que tienen su zona de "descanso" en Camí Salard están en pésimas condiciones
Desde hace muchos meses, varias asociaciones han denunciado que los caballos apenas tienen libertad de movimiento y están en unas condiciones que podrían dañarse seriamente en su zona de descanso situada en Camí Salard.
"Las condiciones en las que están los caballos de las galeras son imperdonables. Pasan de ser explotados en las calles a malvivir en sus zonas de "descanso". Una vez más queda de manifiesto que el colectivo de conductores de las galeras puede hacer y deshacer a su antojo sin consecuencias. Si otro ciudadano tuviera a los caballos en tales circunstancias, ya se los habrían quitado y sancionado", declara Amengual.
Además, asegura que los caballos que residen en Camí Salard no tienen lugar para poder moverse, ya que fuera del "establo" de un metro cuadrado, solo hay escombros, galeras, coches y suciedad.
"Da igual las veces que se denuncien las condiciones de los caballos, al Ayuntamiento de Palma no le importan lo más mínimo los animales", zanja.
