viernes. 29.03.2024

Cerca de un millar de personas se han reunido este domingo por la tarde en la plaza del Mercat de l'Olivar de Palma para expresar su rechazo al racismo en una concentración organizada por la Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente de España (CNAE) en "memoria de George Floyd y las vidas negras", tras el asesinato del hombre de 46 años de edad a manos de la policía de Minéapolis (Estados Unidos).  

Floyd tenía cinco hijos, incluyendo a una pequeña de 6 años de edad. "Daddy changed the world" (Mi papi ha cambiado el mundo), decía Gianna subida al ex jugador de la NBA Stephen Jackson tras la muerte de su progenitor. 

Palma no ha sido la única ciudad española en clamar contra esta lacra. Y es que durante este domingo, las mismas escenas se han repetido en más de una docena ciudades del estado español -Pamplona, Murcia, Barcelona y Madrid, entre otras- como también ha sucedido en otras grandes urbes europeas como París, Londres y Atenas e incluso en Australia. Sin duda, el movimiento 'Black Lives Matters' (La vida de la gente negra importa) ha rebasado fronteras y amenaza con tumbar todos los muros que se construyan para impedirlo. 

El grito de "I cant breathe" (¡No puedo respirar!) con el que Floyd imploró, sin éxito, para mantener su vida ha resonado con fuerza. Y no sólo por los gritos de la comunidad negra. Gente de todas las razas y todas las edades se han unido, respetando en su gran mayoría la distancia social, para compartir el dolor de las injusticias raciales con palabras de esperanza. Personas a las que no les importa la nacionalidad, ni la religión ni el color de la piel. Humanidad. 

En Palma no sólo se ha recordado a George Floyd. Y es que nadie olvida a Lucrecia Pérez, la primera víctima de racismo y xenofobia registrada en España. La dominicana fue asesinada en Madrid a principios de los noventa, en concreto en 1992. Lamentablemente, poco o nada ha cambiado en una sociedad tan machista como racista. El grito de "Basta ya" que han entonado los presentes debería avergonzar a los que no respetan a sus iguales por no coincidir en el color de su piel. La comunidad negra necesita la implicación de todos, sobre todo la de sus hermanos blancos. Ya no vale mirar para otro lado. Basta ya... 

Por otro lado, también han sido recordadas las PERSONAS que llegan a las costas en pateras. A aquellos que se juegan la vida en busca de un futuro mejor porque no han tenido la suerte de nacer en nuestro país o en otro desarrollado que son estigmatizados como migrantes, una palabra que algunos han convertido en despectiva obviando que no hace tanto fueron nuestros abuelos los que huían del país en busca de una oportunidad. 

Este domingo en la Plaça del Mercat no ondeaban las banderas del supuesto patriotismo. En su lugar, decenas de carteles escritos a mano que invitaban a la reflexión. Y no era 'postureo'. Por fortuna, muchos estudiantes sienten que esta es también su lucha. Se les nota en el brillo de sus ojos y en el entusiasmo cuando gritan las consignas. Ellos no tienen colores. Cambian sus perjuicios por solidaridad y empatía, dos valores tan necesarios en estos tiempos de pandemia. 

Según ha expresado el cocoordinador de Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente de España (CNAE), Guillem Balboa, la manifestación de este domingo ha sido "una forma de denunciar un abuso policial más en Estados Unidos y unirlo a una situación que consideramos estructural", en referencia a que "las poblaciones y pueblos negros padecen racismo en el conjunto del mundo, también en Mallorca, en España y en Europa. El norte del mundo está construido sobre la base de un sistema que provoca exclusión social".

Balboa también se ha dirigido a los asistentes y ha destacado el hecho de que "las personas negras y racializadas son mucho más que la herida que les han infringido, más que los colores por los que se les ha estigmatizado".

"El acto de esta jornada es sobretodo es un acto de dignidad porque la nuestra es una historia de resistencia y de resiliencia frente a un sistema que se ha construido sobre la base de nuestra exclusión", ha añadido.

Por su parte, la coordinadora de la CNAE, Kine Diagne, ha señalado que "esta Comunidad cada vez está más cansada. Ya no puede más, están matando a las personas simplemente por su color de piel". "No podemos estar en nuestra casa encerrados sin salir, sin luchar. Estamos aquí para, una vez más, decir que las vidas negras también importan", ha añadido.

"Haremos todo lo posible para ser la última generación que tenga que salir a la calle, seguiremos resistiendo e insitiendo en lo que es nuestro. Seguiremos aquí para que un Estado que nos tiene que nos tiene que proteger lo haga de una vez por todas. Seguiremos contando nuestras por nuestros abuelos y nuestros padres pero también por nuestros hijos y nietos. Nuestras historias negras importan, nuestras vidas negras importan", ha agregado. 

Todos los allí congregados han tenido la oportunidad de escuchar en primera persona diversos testimonios de personas que representan asociaciones de países como Marruecos, Nigeria, Senegal o Kenia. "Estoy aquí luchando por lo mismo que luchaba mi abuela", ha confesado una de las jovenes durante su intervención. 

De este modo, por ejemplo, se ha podido oír como la representante de la asociación de Kenia, Josephine Nduku, reivindicaba que "la vida de las personas negras también importa mucho", o al presidente de la asociación de Nigeria, Olayiwola Bukky, gritar las palabras de Floyd "I can't breath", coreado al unísono por los asistentes.

Tras las diferentes intervenciones, se ha leído un manifiesto, al cual, según los organizadores, se han adherido más de 18 ciudades del conjunto del territorio nacional y más de 600 partidos, sindicatos y colectivos en apenas unas horas. Finalmente, se ha guardado un minuto de silencio con todos los presentes arrodillados. 

La vida de la gente negra importa en Palma