En el curso 1998/99, el RCD Mallorca participó por primera vez en su historia en una competición continental. Los bermellones se estrenaron en la desaparecida Recopa, que en esa campaña celebró su trigésima novena y última edición. Un torneo que enfrentaba, en eliminatorias a doble partido, a los campeones de Copa de cada país y que ese año, se fusionó con la UEFA Cup para formar la actual Europa League. Cabe recordar, que el acceso 'barralet' fue en condición de subcampeón copero gracias al doblete del FC Barcelona.
Por cierto, era el segundo curso del argentino Héctor Cúper en la Isla. Todo ello, en un ejercicio que empezó con la conquista de la Supercopa de España y que sirvió como epílogo al ahora añorado Luis Sitjar.
En un estreno continental por todo lo alto
Una vez superados Heart (Escocia), Racing Genk (Bélgica), Varteks (Croacia) y al por entonces vigente campeón Chelsea (Inglaterra), en la final esperaba el poderoso Lazio del sueco Sven Goran Eriksson, una escuadra formada a golpe de talonario que sin embargo, todavía no ha había estrenado su palmarés europeo. Por el camino, los de la capital de Italia habían dejado en la cuneta a Lausanne Sports (Suiza), Partizán de Belgrado (Serbia), Panionios (Grecia) y Lokomotiv de Moscú (Rusia).
Para los curiosos, comentar que mallorquines y romanos se habían visto las caras treinta y siete años antes (1962), en un amistoso celebrado en el antiguo Es Fortí. Aquella tarde, en la que el argentino Juan Carlos Lorenzo regresó a Palma como técnico de los italianos, los baleares consiguieron un cómodo triunfo (2-0).
Un castillo en las afueras de Birmingham
El viernes 14 de mayo, el RCD Mallorca perdió en Santander ante el Racing (1-0) un envite que se disputó en viernes para que los insulares gozaran de veinticuatro horas más para preparar la final programada para cinco días después en Birmingham (Inglaterra). Destacar que durante su estancia, la expedición mallorquinista estuvo recluida ajena a (casi) todo en un castillo a las afueras de la ciudad, la cuarta más grande del país.
El mayor éxodo balear contemporáneo al extranjero
Más de 7.000 barralets se desplazaron desde la Isla en el que sin duda, es el mayor éxodo balear contemporáneo al extranjero. Y eso que era miércoles. Desde el centro de la ciudad hasta el barrio asiático pasando por la mezquita Presidente Sadam Hussein, todo estaba teñido de rojo y negro. En otro sentido, señalar que en esta ocasión el club obsequió a los asistentes con un picnic mientras que el diario "Sport" regaló en su edición una copa de cartón donde la leyenda "Força Mallorca" destacaba sobre un fondo rojo.
Rostros conocidos entre los asistentes
Otros que no se quisieron perder la cita fueron el ex mallorquinista Gabi Amato (por entonces en el Glasgow Rangers) y Carles Moyà. El tenista, que al día siguiente tenía un partido correspondiente a la Copa del Mundo por equipos que se celebraba en Dusseldorf (Alemania), fletó un chárter para dar apoyo al equipo de su tierra. Además, los Duques de Palma -la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín- presenciaron la final desde un palco que también acogió al por entonces ministro Mariano Rajoy.
Entrada de la final (Foto: Archivo familia Jaume)
Un bonito acto antes del pitido inicial
Villa Park -estadio del Aston Villa situado una zona conocida como Bangladesh debido a la comunidad que ahí habita- fue el escenario de un partido retransmitido en directo por TVE1 con los comentarios de Míchel y en el que durante los prolegómenos se rindió tributo a los diferentes equipos que alzaron el trofeo durante sus casi cuatro décadas de historia, siendo representado cada uno de ellos por un jugador de la época. Un bonito homenaje, más propio del fútbol británico que de la insensible máxima organización del fútbol continental. En cuanto a los equipos españoles, los cuatros títulos del FC Barcelona estuvieron representados por Asensi, Simonsen, Zubizarreta y el manacorí Miquel Àngel Nadal mientras Adelardo honró el alzado por Atlético de Madrid y Subirats el del Valencia. Señalar que el Real Zaragoza, campeón en el 95 con aquel inolvidable gol de Nayím, no envió a nadie.
Por otra parte, destacar que por megafonía se anunció el once balear en mallorquín. Mientras, en Palma, se habilitaron tres pantallas gigantes. Así, los lugares escogidos -Plaza de Toros, Polideportivo de Son Moix y Plaça de Ses Tortugues- congregaron a miles de barralets a pesar de la inoportuna lluvia.
Bufandas conmemorativas de la final (Foto: Archivo familia Jaume)
Intercambio de golpes
La primera ocasión de la contienda fue para el chileno Marcelo Salas con un centrado disparo. En el minuto 7, Christian Vieri adelantó a los biancocelesti, aquella noche completamente de amarillo. El díscolo ariete aprovechó un servicio del lateral derecho Favalli desde su propia parcela, y tras ganarle en el salto a Olaizola, conectó un testarazo desde la frontal que sorprendió a un adelantado Carlos Ángel Roa
Sin embargo, tan sólo cuatro después, Dani García Lara culminó con el interior de su pie derecho una magnífica combinación por la banda izquierda entre Miquel Soler y Stankovic para establecer la igualada ante el jolgorio de los miles de barralets presentes. Una alegría que tampoco pudieron disimular en la parte noble el presidente Guillem Reynés, el Batle de Palma Joan Fageda y la futura Batlessa, Catalina Cirer.
Mediado el primer acto, Siviero y Vieri golpearon sus cabezas en una acción totalmente fortuita. El resultado: una brecha que derivó en una aparatoso vendaje a lo Camacho para el ex colchonero. Luego, una falta de Jovan Stankovic se paseó por el área romana sin encontrar rematador. Antes de llegar al descanso, Roa se lució tras un disparo lejano del omnipresente Vieri. Posteriormente, Dani y Biagini fueron incapaces de culminar una peligrosa contra.
Aquella ocasión de Lauren
Tras la reanudación, Mihajlovic ejecutó un libre directo que lamió el poste derecho del arco de "El Lechuga". No obstante, la mejor opción la dispuso el hispano camerunés Lauren. Lamentablemente para los intereses bermellones, su disparo fue rechazado por el cancerbero Marchegiani cuando muchos ya celebraban el tanto... Poco después, y en pleno dominio rojillo, Nesta envió a saque de esquina un centro chut de nuestro Stankovic con el meta italiano ya totalmente batido. Entonces, los allí presentes empezamos a gritar aquello de "Este partido, lo vamos a ganar".
Un gol que nunca debió subir al marcador
A falta de nueve minutos para llegar a la prórroga, una volea del futuro Balón de Oro, el checo Pavel Nedved, decantó la balanza hacia el lado transalpino. Un auténtico golazo que no obstante, debió haber sido anulado por falta previa de Vieri sobre Gustavo Siviero. La diana hizo mella en los de Cúper que tan solo gozaron de un tiro lejano de Miquel Soler para seguir soñando.
Anecdotario
Como anécdotas, comentar que Jovan Stankovic se quedó sin su medalla. Y es que cuando su llegó su turno, al Presidente de la UEFA Lennart Johhanson se le habían agotado. Eso sí, prometieron dársela más tarde. Por otra parte, Gustavo Siviero se apropió del único balón con el que disputó el choque mientras que Vieri recibió recibió un Nissan como MVP que posteriormente donó a la beneficencia.
"No hay consuelo"
En la rueda de prensa que tuvo lugar tras el choque, un abatido Héctor Cúper explicó que "las finales, además de jugarlas, hay que ganarlas" confesando que "en estos momentos no hay consuelo en el vestuario". Además, el argentino lamentó que "cuando ellos marcaron el segundo gol era final era nuestra" y recordó que "hubo un choque en el aire. El árbitro levantó un brazo y luego lo bajó. Hubo unos segundos de confusión que el rival supo aprovechar".
Ficha técnica
RCD MALLORCA (1): Roa; Olaizola, Siviero, Marcelino, Miquel Soler; Engonga, Lauren, Jovan Stankovic, Ibagaza; Dani y Biagini (Paunovic, min 73).
SS LAZIO (2): Marchegiani; Favalli, Nesta, Mihajlovic, Pancaro; Almeida, Dejan Stankovic (Sergio Conceiçao, min 56), Nedved (Lombardo, min 84), Mancini (Couto, min 90); Marcelo Salas y Vieri.
COLEGIADO: Gunter Benko (Austria)
GOLES: 0-1 Vieri (min 7); 1-1 Dani (min 11); 1-2 Nedved (min 81)
Recibidos como héroes en Palma
Al día siguiente, el viernes 20, el convoi mallorquinista fue recibido en el Aeroport de Son Sant Joan por miles de aficionados en una estampa similar a la experimentada un año antes tras perder la Copa del Rey en Mestalla ante el FC Barcelona. Como no podía ser de otra manera, Héctor Cúper fue el más aclamado por una afición que continuaba demandando su continuidad a través de una canción que se convirtió en todo un himno de una época inolvidable.
Cabe tener en cuenta que a lo largo de toda la historia, poco más de un centenar de equipos han llegado a disputar alguna final continental bien sea en Copa de Europa - Champions League, Recopa o Copa de Ferias - UEFA Cup - Europa League.