Los problemas crecen para el Mallorca. El bueno juego y la generación de ocasiones ya no pueden justificar tras cuatro jornadas una pésima clasificación y un triste bagaje de dos puntos que inevitablemente debe encender las luces de alarma en la entidad isleña. Sobre todo, por la ausencia de un jugador de mínimas garantías para culminar las muchas jugadas de ataque que genera el equipo.
El Mallorca fue superior en todos los aspectos durante la mayor parte del partido, y suyas fueron las mejores ocasiones, que llegaron desde el arranque del encuentro. Pero como viene sucediendo desde que arrancó el Campeonato, la nefasta capacidad anotadora de los isleños les acabaría pasando factura. Estavez, de forma más cruel que ante el Oviedo.
En el 24 de la segunda, tras un clamoroso error de Brandon Thomas a puerta vacía, el ex-mallorquinista Álex Moreno iba a culminar una buena jugada de los locales para batir por bajo a Santamaría y poner el 1-0.
El gol iba a servir para que el Rayo si viniera arriba, y ganara una confianza perdida tras un inicio de Liga en el que sólo había sido capaz de sumar un punto de nueve posibles.
Sin embargo, la mejores ocasiones seguirían siendo para las visitantes, como la disfrutada por Lago Junior ya casi en el minuto 80, que milagrosamente no acabaría convirtiéndose en gol.
El Mallorca acumula un único gol en 360 minutos de Campeonato de Liga. Unos registros imposibles no ya para conseguir el ascenso, sino para mantener la categoría. Con los añorados Ortuño en Cádiz y Xisco Jiménez en Tailandia, al club sólo le queda esperar que el desastre no sea mayúsculo en los próximos tres meses, e intentar traer a un delantero de máximo nivel en el mercado de invierno para recuperar el tiempo perdido. De momento, toca un año más nadar contracorriente.