Todo el mundo sabía que el Atleti viajaba a Mallorca tocado, pero no tanto. Tocado mental y emocionalmente, mostrando durante el encuentro su cara más triste e impotente.
El Mallorca aprovecharía la ocasión para sumar una victoria en casa que le permite irse al parón mundialista por la puerta grande y con el depósito anímico al cien por cien.
Qué pena que se pare el campeonato, pensaban algunos.
Muriqi volvió a ser providencial, vaya novedad. Gracias a ello se ha convertido en el héroe de los seguidores mallorquinistas, con permiso siempre de Abdón, claro está.
Un gol del kosovar (min 14) fue suficiente para que el Mallorca se vaya al parón por la puerta grande y el Atlético de Simeone se entierre hasta después de enero.
Hasta Oblak no está bien. Y ello fue aprovechado por los locales que con un lanzamiento de fuera del área de Antonio Sánchez sacaron petróleo tras el mal despeje del meta, que fue aprovechado para que tras un serie de toques de balón (Raíllo y Jaume Costa) éste llegara a Muriqi para convertir el que es su octavo gol de la temporada.
El Atleti siguió después con más de lo mismo. Nadie asumía el liderato de un barco que iba a la deriva.
Aquí se sucedieron una retahíla de cambios, entre los que fueron novedosos el debú de Reguilón y el regreso de Koke tras seis jornadas.
Simeone no daba con la tecla.
En los instantes finales, el empate podría haberse producido (81) si Rajko no hubiera detenido un remate de Morata en la línea de gol. Pero también podría haberse sumado el segundo gol para el Mallorca si en la otra área Amat no hubiera visto cómo su disparo era detenido por Oblak. Después Morata la volvió a tener, pero Rajkovic lo impidió.
Final del partido. Tres puntos que se quedan en casa. alegría total en Palma y un Atleti que volvía a casa con la cabeza gacha y dando gracias por el parón mundialista.