El Ayuntamiento de Palma ha retirado más de 4.000 vehículos abandonados de las calles de la ciudad en los últimos tres años, con una media de 3,6 vehículos cada día. Harto de la situación, elevará hasta un máximo de 3.000 euros las multas.
Así lo ha indicado la regidora de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, en una rueda de prensa en la que ha anunciado que el Ayuntamiento está terminando de acondicionar un espacio en Son Oms, con unas 400 plazas de capacidad, para utilizarlo como depósito.
Cabe recordar que, en 2019, la Conselleria de Medio Ambiente del Govern, ordenó suspender el uso del depósito de Son Toells, donde según ha indicado este miércoles Adrover se acumulaban cerca de 1.800 vehículos.
Desde entonces, el Ayuntamiento ha tenido que ir vaciando el depósito y solamente ha podido utilizar, con la autorización de la Conselleria y para uso rotatorio, una parte asfaltada que se considera que no supone un peligro de contaminación.
Aparte de este espacio sólo dispone de un depósito en Sa Riera que tiene pocas plazas. A Sa Riera se llevan, por ejemplo, vehículos retirados de vados de aparcamiento, ya que su ubicación facilita que el propietario pueda ir a recogerlo.
A pesar de no contar con el depósito, el consistorio debía mantener el servicio de retirada de vehículos con las garantías que exige la Ley de Tráfico. En estos tres años, se han retirado de la calle, o destruido, más de 4.000 vehículos. "El Ayuntamiento no ha dejado de llevar a cabo esta responsabilidad", ha incidido Adrover.
Por ello, Cort trabaja en un nuevo depósito "de rotación" en Son Oms, que podría abrir sus puertas en febrero después de que la Junta de Gobierno haya aprobado este miércoles la modificación de contrato necesaria con la empresa concesionaria, Setex Aparki SA, que se encarga del servicio de grúas, inmovilización, desplazamiento, retirada y gestión.
Subirán las multas
La regidora ha recordado que el abandono de los vehículos puede suponer hasta 1.600 euros de multa para el titular si el Ayuntamiento tiene que asumir la retirada. Con todo, el equipo de gobierno trabaja en duplicar esta cuantía para desincentivar este tipo de comportamientos incívicos.
En este sentido, Adrover ha argumentado que la renuncia voluntaria entregando un vehículo libre de cargas supone exenciones en diversas tasas, y que existen empresas privadas que incluso pagan a los propietarios por el peso del metal al entregar los vehículos.
Por ello, "quien abandona el vehículo debe pararse a pensar y no debe trasladar el problema ni al ayuntamiento ni a la ciudadanía, se debe hacer responsable de su propiedad", ha recalcado.
Vaciado de Son Toells
Por otra parte, Adrover ha explicado que se han realizado diferentes gestiones para el vaciado de Son Toells tras su clausura. De los 1.800 vehículos que contenía el depósito, se retiraron mediante un contrato menor los que se encontraban en peor estado y suponían mayor riesgo de contaminación.
Además, se identificaron los vehículos que podían tener valor económico y se sacaron a subasta, y también se aprovecharon otros dos vehículos como coches camuflados para la Policía Local. El resto de vehículos se han ido sacando por parte de la empresa que ganó el contrato habilitado por el consistorio.
Con todo, Adrover ha explicado que los procedimientos son muy complicados porque muchas de las unidades en el depósito tienen embargos o precintos por parte de otras administraciones, lo que hace que el Ayuntamiento no pueda darlos de baja ni gestionarlos porque otra administración interesada quiere cobrar la deuda, antes de que el consistorio pueda hacerlos suyos. En este caso, "el proceso a veces se alarga tanto que el vehículo deja de ser operativo" en ese tiempo.
Asimismo, la regidora ha explicado que el departamento de Infraestructuras está llevando a cabo un proyecto de reacondicionamiento en Son Toells junto a la Conselleria. "Estamos hablando de una gran intervención", ha apuntado, resaltando que implicará la licitación de un contrato que llevará algo de tiempo.