jueves. 28.03.2024
undefined
La Sindicatura ve un desequilibro entre los impuestos captados y el retorno a la ciudadanía.

Los ayuntamientos de Baleares destinan, de media, 1.080,3 euros por habitante a ofrecer servicios a la ciudadanía, mientras que reclaman a los residentes 1.102,5 euros por vía tributaria, lo que implica que devuelven a los vecinos 22,2 euros menos de lo que recaudan a través de impuestos.

Así lo recoge el último informe de la Sindicatura de Comptes sobre la consolidación de cuentas de las entidades locales de las Islas, correspondiente al año 2018.

En ese ejercicio, el 33,9% de los ayuntamientos devolvieron a la ciudadanía más de lo que le reclamaban, algo que puede suponer un problema de sostenibilidad para estas administraciones en el futuro, dependiendo de cómo se financie este desequilibrio, según alerta el organismo.

Los ayuntamientos que más dinero devuelven a la ciudadanía en relación al peso de los impuestos son Costitx, que devuelve el 135,1% de lo que recauda, Formentera (133,5%), Es Migjorn Gran (130,9%), Lloret de Vistalegre (125%) y Ferreries (123,4%).

En cambio, un 14,3% de los ayuntamientos devuelven a sus ciudadanos menos del 70% de lo que le reclaman vía impuestos, algo que, avisa la Sindicatura, "puede menguar la función redistributiva y de estímulo económico de estos municipios".

Los municipios con menos retorno para los ciudadanos son Selva (44,4%), Ariany (53,1%), Algaida (60,4%), Andratx (62,1%) y Ses Salines (63,8%).

La Sindicatura resalta que en el caso de Ariany y Selva, mientras que retornan a los contribuyentes menos de un 60% de los tributos que recaudan, dedican más de la mitad de su gasto a funciones de gobierno, de apoyo administrativo o asistencia técnica a la organización; es decir, áreas que "no suponen ningún servicio directo a la ciudadanía".

Por ello, el organismo fiscalizador recomienda valorar posibles medidas de racionalización en estas localidades.

Municipios con mayor presión fiscal

El informe también revela que Escorca, Deià, Sant Llorenç, Valldemossa y Andratx son los municipios con mayor presión fiscal (3.307,5 euros por habitante en el caso de Escorca); mientras que Porreres, Vilafranca, Maria de la Salud, Costitx y Lloret de Vistalegre son los municipios con menos presión fiscal (554,1 euros por habitante en Porreres).

Esto implica una diferencia de 2.753,4 euros por habitante entre los ayuntamientos con mayor y menor presión fiscal.

Coste del personal municipal

Otro aspecto sobre el que llama la atención la Sindicatura son las diferencias entre ayuntamientos en el coste de personal, algo que "no se explica" cuando los conceptos retributivos están reglados y limitados para todo el sector público.

El coste medio del personal municipal de las Islas es de 43.248,4 euros por empleado público -incluyendo costes de la Seguridad Social-, pero la diferencia entre las entidades con el coste medio anual más alto (Palma) y el más bajo (Maria de la Salut) alcanza los 28.997,4 euros anuales por empleado público.

Además, la Sindicatura recalca que los ayuntamientos de Palma y Capdepera tienen un coste medio de unos 52.000 y 51.000 euros, respectivamente, un dato "atípico", según la Sindicatura, que podría deberse a complementos de productividad en Capdepera y sociedades mercantiles en el caso de Palma.

Los ayuntamientos más sostenibles en cuanto al coste de personal son Sant Joan de Labritja, Sant Llorenç, Ariany, Santa Eulària y Es Mercadal; y los que menos, Esporles, Calvià, Alaró, Lloseta y Palma.

Malos indicadores de sostenibilidad

Por otro lado, el informe concluye que hay al menos siete ayuntamientos con malos indicadores de sostenibilidad que se deberían plantear medidas como una fusión voluntaria de estructuras o servicios: Escorca, Banyalbufar, Deià, Maria de la Salut, Costitx, Búger y Selva. Con todo, la cifra podría ser mayor porque hay municipios que incumplieron la obligación de enviar a la Sindicatura sus cuentas para su análisis.

Paralelamente, la Sindicatura vuelve a alertar de la excesiva solvencia de los ayuntamientos a corto plazo, debido a la acumulación de remanentes por la regla de gasto. El indicador de solvencia a corto plazo es de un 304,7%.

Los ayuntamientos de Mallorca cobran más impuestos que servicios ofrecen