viernes. 19.04.2024

Cada día, decenas de ciudadanos de Balears se ven obligados a dejar su vivienda en alquiler al finalizar su contrato porque no pueden hacer frente a la subida impuesta por el arrendador, es decir, son desahuciados.

Tan solo el pasado año, se produjeron 2.200 desahucios, de las que dos terceras partes lo fueron por alquileres.

Joan Segura, uno de los portavoces de la Plataforma Stop Desahucios explica que “la situación actualmente es que la burbuja del alquiler no para de crecer.

En el año 2017 se produjeron unos 2.200 desahucios en las Islas, aunque esta cifra no se ajusta a la realidad ya que no hay constancia de otros muchos no registrados. De este total, dos terceras partes son de alquiler y el resto por hipotecas”.

Segura añade que “además de estos desahucios, nos encontramos con los denominados desahucios por usurpación, es decir, aquellos que no salen en las estadísticas y que son los que se producen tras la ocupación de una vivienda. Tampoco entran en las estadísticas los que son desahuciados amparándose en la Ley de Arrendamientos Urbanos del 2013 o los contratos que están caducando anteriores a esta ley”.

El problema más grave con el se encuentran ahora los inquilinos son los desahucios por  alquiler por lo que, tal y como señala Segura y con el fin de luchar contra esta situación “estamos impulsando la creación del Sindicato de Inquilinos. Es necesario que exista una organización permanente que se enfrente a esta oleada de desahucios, que negocie y que haga frente a la ley de Arrendamientos Urbanos que da todo el poder a los propietarios”.

Según Joan Segura  “ante el incremento de los alquileres hay muchos trabajadores que  no pueden pagarlos y se ven obligados a desplazarse fuera de Balears o vivir en infraviviendas y  hay otros muchos que están cayendo en la mafias y después son denunciados por usurpación”.

Segura señala, finalmente que “la solución es  expropiar viviendas o bien obligar a los propietarios de viviendas a ofrecer alquileres asequibles a todos aquellos que lo necesiten. Si estas viviendas no estuviesen vacías las mafias no harían estragos con estas  viviendas generando problemas vecinales y estafas a los que más las necesitan”.

Balears dispara los desahucios por los altos precios de los alquileres