
El guión estaba escrito de antemano y nadie se lo ha saltado. El Consell de Mallorca ha aprobado con los 18 votos favorables del Partido Socialista, Podemos y Més per Mallorca y 13 votos en contra correspondientes al PP, el PI y Ciudadanos la propuesta de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico de no declarar Bien Catalogado al monumento de sa Feixina.
Con esta decisión, el Ayuntamiento de Palma tiene vía libre para proceder o no a su demolición, aunque el actual alcalde de Palma, el ecosoberanista Antoni Noguera ya ha adelantado que el monumento será derribado en un futuro próximo.
Al pleno extraordinario celebrado hoy, tal vez por lo esperado de la votación, no ha asistido ningún representante de las entidades que apoyan el mantenimiento del monolito como la Fundación Jaime III, Arca o la Sa Federació de Veïnats de Palma, mientras que sí han asistido y tomado la palabra entidades como la Asociación par la Recuperación de la Memoria Histórica y la Federación Vecinos.
Todos los grupos que han votado a favor de la no catalogación han recalcado la necesidad de satisfacer una deuda histórica lo que ha llevado al vicepresidente del Consell, Francesc Miralles, a declarar que el debate ha sido secuestrado ya que se ha hablado más de lo que representa históricamente este monolito que de su valor patrimonial.
El debate se inició con las intervenciones de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y de la Federación de Vecinos de Palma quienes realizaron un somero y extenso repaso histórico de lo que representa el monumento de sa Feixina concluyendo con la exigencia social de que este monumento “franquista” y “fascista” debería ser derribado y no formar parte del patrimonio de la ciudad.
Más adelante, tanto la portavoz de Ciudadanos, Catalina Serra como el portavoz de Proposta per les Illes (PI), Antoni Amengual, defendieron la necesidad de catalogar este monumento llegando a advertir que no atender los informes técnicos puede representar un grave precedente apuntando Amengual que “cómo va a poder el Consell obligar a los ayuntamientos a respetar un determinado patrimonio si los políticos no lo desean”, concluyendo ambas formaciones políticas sobre la existencia de numerosos informes que apuestan por catalogar sa Feixina.
En respuesta, Ivan Sevillano, del grupo de Podemos recordó que hoy es un día histórico no solo porque se va a votar en contra de la catalogación de este monumento sino por que recuerda la fecha de la sublevación que dio lugar a la Guerra Civil resolviendo que este problema “tenía que haber sido resuelto hace muchos años”. Por su parte, el portavoz de Mès, Lluís Apesteguia, justificó el voto de su formación señalando que “sa Feixina no cuenta con ningún elemento patrimonial que justifique su protección” añadiendo al mismo tiempo que la Comisión de Patrimonio ha tomado una decision “justa y acertada” y que el debate “no es si se derriba o no el monolito ya que esta decision corresponde al Ayuntamiento de Palma”.
El grupo Popular, en boca de su portavoz, Joan Rotger, recordó que la reconciliación y concordia fue lo que hizo posible el nacimiento de la Constitución y la vuelta al estado democrático señalando que “no existe ningún informe técnico favorable a la demolición del monumento” haciendo notar la necesidad de que “se elabore un catálogo de edificios y monumentos relacionados con la Guerra civil para que una situación como la que ha generado el debate sobre sa Feixina no se vuelva a producir”.
Finalmente, el vicepresidente primero y conseller de Cultura, Francesc Miralles recordó a los presentes que “se ha secuestrado el verdadero debate ya que se ha hablado más de las connotaciones históricas del monumento que de los valores patrimoniales y arquitectónicos del mismo”, señalando que se ha tomado la decisión en base a informes bien fundamentados de entidades y organismos consultivos.
A la hora de votar, los partidos progresistas votaron a favor de la no catalogación mientras que el PP, Ciudadanos y PI se expresaron en contra por lo que se acordó no catalogar sa Feixina.
Esta decisión deja en manos del Ayuntamiento de Palma la decisión de derribar o no este monolito. El actual alcalde, Toni Noguera, ya ha adelantado que la intención de Cort es derribarlo por lo que ahora se inicia el proceso para que finalmente sa Feixina deje de presidir la explanada que lleva su nombre.