El Consell de Mallorca ha iniciado este martes la demolición del peaje del Túnel de Sóller, situado en la carretera Mi-11, cuyas cabinas y máquinas de cobro permanecían en desuso desde 2017, año en que se le retiró la gestión de la infraestructura a la concesionaria
Según han revelado el conseller de Movilidad e Infraestructuras, Iván Sevillano, el proyecto prevé una actuación para organizar el tráfico en la entrada y en la salida de la infraestructura. Lo han acompañado los alcaldes de Bunyola, Andreu Bujosa, y de Fornalutx, Francesc Marroig, y el primer teniente de alcalde de Sóller, Carlos Darder.
El fin de la concesión del túnel en diciembre de 2017 dejó sin funcionalidad esta área de peaje, puesto que las cabinas y máquinas automáticas de cobro dejaron de estar operativas cuando la infraestructura pasó a ser gratuita. Las instalaciones se encuentran en la boca sur del túnel, en concreto al kilómetro 17 de la carretera que une Palma con Sóller, tramo que pertenece al término municipal de Bunyola.
"Cada acto que este equipo de gobierno del Consell de Mallorca realiza en este Túnel, el rescate de la concesión, su gestión y la retirada de las cabinas de pago que iniciamos hoy, son pasos que ayudan a eliminar el estigma de esta infraestructura que lamentablemente se continúa vinculando a las maquinaciones delictivas que envolvieron el proceso de construcción", ha recordado Sevillano.
"Afortunadamente, hoy seguimos dando pasos para devolver este Túnel a los y las ciudadanas de Mallorca y muy especialmente a los habitantes de los municipios del Valle de Sóller y Bunyola, principales usuarios de la vía por necesidad y que han tenido que soportar durante más de 20 años una situación de injusticia con la cual, afortunadamente, ya hemos acabado", ha indicado el conseller.
Además, "estamos obligados a hacer el proyecto de reestructuración de la entrada al túnel por motivos de seguridad vial, la situación actual no se podía prolongar más tiempo»", ha asegurado Iván Sevillano, que además ha agradecido la asistencia a los alcaldes que lo han acompañado.
Así, la retirada de los elementos fijos del antiguo peaje obedece a la necesidad de eliminar obstáculos inservibles para la libre circulación de vehículos que transitan por el túnel y evitar accidentes por impactos contra las instalacionesy los bordillos e isletas que protegen las cabinas de cobro, actualmente existentes y fuera de uso.
Organización del tráfico
El proyecto prevé que solo quede una zona de explotación y mantenimiento que incluye el edificio de control de instalaciones. Además, se aprovechará para hacer una actuación para organizar el tráfico tanto en la entrada como la salida del túnel.
Las obras comprenden todas las unidades necesarias para desmontar y retirar los elementos, condicionar el entorno con la reposición de pavimento en la zona que ocupaba el peaje y desde la rotonda que le da acceso, y colocar la señalización horizontal y vertical necesaria.
Durante las actuaciones, que tienen un plazo de tres meses y un coste de 337.813 €, se tratará de afectar lo menos posible el tráfico. En principio no están previstos cortes importantes de circulación, pero si desvíos de carriles según las necesidades.