Concretamente, una de cada cuatro compañías de este sector se ha visto afectada por ERTE, especialmente aquellas que están especializadas en abastecer al canal Horeca (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías), que son las que han experimentado mayores vaivenes, en paralelo a los que han sacudido a la hostelería y el resto del sector turístico.
Pero, por lo que se refiere al resto de la industria agroalimentaria, “esperamos que se recupere el escenario pre-crisis de manera más rápida, a principios de 2021 podrían estar en esa situación”, manifiesta Valentín Bote, director de Randstad Research, en declaraciones realizadas a MALLORCA CONFIDENCIAL.
Según este experto, “la situación afecta a toda la cadena, tanto productores como distribuidores”. Y, además, “la parte logística y la venta directa han experimentado igualmente descensos muy importantes”. Lo cual, se debe a que en Mallorca “hay una parte muy importante de la industria agroalimentaria que está especializada en elaborar productos orientados al turista”, subraya.
A modo de ejemplo de cómo avanza esta situación la compañía mallorquina Agromart anunció hace escasos días que está compensando el descenso del consumo turístico con un incremento del consumo local.
El consumidor lo valora más
Esta empresa de Porreres especializada en productos hortícolas y frutícolas, que comercializa a través de una red formada por 18 tiendas propias repartidas por toda la isla, admite que aunque la pandemia ha afectado al sector primario, “por suerte con mucha menor incidencia” que a otros.
Y, a este respecto, uno de sus fundadores, Rafel Figuera, ha asegurado que “con respecto al 2019 no se han bajado ventas en valores absolutos, ya que lo que se ha dejado de vender a los turistas se ha incrementado por la confianza de los residentes hacia el producto local”, del cual, ahora el consumidor es mucho más consciente, ha aclarado.
