Como sucede cada vez que llueve en Palma, las playas de Can Pere Antoni y Ciutat Jardí han sido cerradas al público con bandera roja que impide el baño por precaución después de que la intensa tormenta de este pasado lunes provocara un vertido de aguas mixtas -pluviales y residuales- al torrente Gros y a la estación impulsora del Baluard del Príncep.
Además, el Ajuntament de Palma ha instalado este martes en Cala Major la bandera amarilla, que pide precaución en el baño, por el "fuerte oleaje que hay en el mar".
A la espera de la solución
"La carencia de capacidad de la depuradora del Coll d'en Rebassa cuando se producen lluvias es la causa, un problema que se podrá corregir con la construcción del colector interceptor y el tanque de retención de agua que ejecuta Emaya", han explicadc desde el Ajuntament de Palma sobre el enésimo cierre de Can Pere Antoni y Ciutat Jardí.
Hasta este martes, la última vez que Cort se vio obligado a cerrar ambas playas tuvo lugar el pasado miércoles 2 de octubre.
«Hartos de que cada vez que caen dos gotas tengan que cerrar las playas»
La Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma solicitó este pasado verano al alcalde de Ciutat, José Hila, la implantación de medidas «inmediatas» para evitar los vertidos de aguas residuales en las playas de la ciudad. La entidad instó al primer edil a «dejar de hacer el ridículo»por lo que consideran una «mala gestión» de las aguas y un «fracaso» de la política ambiental del consistorio.