
Las noticias no pueden ser peores. Aunque oficialmente no podían transmitir que había pocas posibilidades de encontrar a Antonio Alfaro de 46 años con vida, lo cierto es que la llegada de los cazaminas de la Armada esta pasada madrugada a Mallorca ha sido crucial para que localizaran el cadáver del piloto del Ibanat.
Uno de los cazamininas de la Armada Española, el Tajo, con potentes sonares capaces de rastrear aguas profundas como las de la zona noreste de Mallorca donde se estrelló el avión antiincendios, ha encontrado el fuselaje de la avioneta y al piloto en su interior muerto.
La avioneta se encuentra hundida frente a Cala Romagueral, en el municipio de Pollença, muy cerca de este último punto de contacto en torno al cual se ha llevado a cabo el operativo de búsqueda, en el que han llegado a participar, por tierra, mar y aire, unas 300 personas.
Además de los buscaminas "Tajo" y "Tambre", que han llegado a las 2 de la mañana a la zona de rastreo desde Cartagena, han intervenido por vía marítima embarcaciones de limpieza del litoral y Salvamento Marítimo, e incluso se pidió ayuda a barcos pesqueros de los que habitualmente faenan en esas aguas.
El dispositivo de búsqueda por tierra ha estado cubierto por personal del Ibanat, voluntarios, el Grupo de Rescate de Montaña de Bomberos de Mallorca y una sección del Ejército de tierra.
Desde el aire, seis aeronaves del Ejército del Aire y del propio Ibanat han realizado batidas constantes.
El piloto fallecido, natural de Huelva, de 46 años, era un profesional experimentado empleado de una empresa a la que el Govern balear contrata para las campañas de extinción de incendios.
Hacía años que pilotaba el avión accidentado, modelo Air Tractor, una aeronave de carga en tierra especializada en combatir el fuego.