Susana Díaz o Pedro Sánchez. Uno de estos candidatos se convertirá mañana en el nuevo secretario (o secretaria) general del PSOE, culminando un proceso electoral interno que ha ido subiendo de tono y que en todo caso deja un partido dividido. Quién sabe si al borde de la escisión.
En Baleares, Sánchez y Díaz han conseguido apoyos de forma desigual: el primero, el más aclamado por las bases y desde hace unos días también por Francina Armengol, en un viaje de ida y vuelta en el que ha dejado tirado a Patxi López, el tercero en liza. Y la lideresa andaluza con menos apoyos en Baleares, pero con la voluntad de conseguir a nivel español los votos necesarios para ponerse al frente de un PSOE que tendrá que reconstruirse desde unas bases quebradas por las diferencias entre los candidatos.