Una vecina de Palma ha logrado superar las 52.000 firmas para prohibir los carros de caballo en Palma. Jessica Delgado, creadora de la petición, denuncia esta actividad, especialmente en plena ola de calor: “No nos conformamos con pequeñas e insuficientes modificaciones de normativas, queremos su promoción inmediata. La tremenda subida de temperaturas está siendo dura para todos, pero ¿te imaginas trabajar al sol durante horas transportando a turistas? ¿y no poder comer o beber agua cuando quieras? ¿ser mayor, que te fallen las piernas y aún así tener que seguir trabajando hasta que no puedas más? Esto es lo que viven estos caballos y con tu ayuda estoy segura de que podemos pararlo. Es indignante ver cómo se utilizan como entretenimiento, como objetos y el Ayuntamiento no haga nada por cuidar su salud y su bienestar. Estos caballos son empujados a largas jornadas de trabajo, a temperaturas desorbitadas, ansiedad, recorridos insufribles incluso por autovía, tener que defecar en la calle, miedo constante y un largo etcétera solo para la diversión inconsciente de turistas”, subraya.
“Un caballo se desplomó en la calle”
Hace unos días según informaban vecinos de Palma un caballo se desplomó en la calle y por eso Jessica decidió iniciar su petición: “En este caso el caballo se alteró por el ruido de un camión y tropezó desplomándose en la calle mientras los vecinos aseguraban que se les saltaban las lágrimas por tener que presenciar una escena tan terrible. Por desgracia, no es la primera vez que ocurre, este mismo año otro caballo se desplomó y murió en la feria de Sevilla pero tenemos que conseguir que sea la última. ¿Cuántos caballos tienen que morir para que se prohiban las galeras? ¿cuándo nos vamos a tomar en serio en España la salud de los animales? Aunque hemos conseguido que se prohiba la circulación de galeras a 36º a la sombra, esto es insuficiente. Un simple parche que no soluciona que los caballos estén sometidos a un maltrato extremo y obligados a trabajar a destajo sin protección ni cuidados mínimos. No pienso permitir que esto siga ocurriendo”.
Además, Delgado propone buscar alternativas para el turismo que no impliquen “maltrato animal”: “Entiendo que hay muchas personas que viven de ello, pero creo que la solución está en buscar alternativas respetuosas con los animales y no prolongar su sufrimiento innecesariamente. Estoy convencida de que podemos ofrecer un montón de actividades musicales, culturales, gastronómicas o deportivas que respeten los derechos de los que no tienen voz. Para nosotros es un verano, para ellos toda su vida”, explica. Asimismo, ella insiste en que su familia “ha trabajado toda la vida en turismo ya sea en restauración y hostelería y soy consciente de que verano es un salvavidas para isla” pero denuncia que “los servicios tienen que ser otros”. “Este verano hace unas semanas volví a pasear por las calles y vi a dos galeras al lado de Borne intentando pasar con los coches y con un miedo en sus ojos... No quiero que vuelvan a pasarlo así. A mí me carcome pensar que en pleno 2022 sigamos así”, concluye.