Los vecinos de la barriada palmesana de Camp Redó han vuelto a denunciar la degradación de sus calles, en las que proliferan las hogueras, la suciedad y el botellón, entre otros ejemplos de incivismo, mientras el Ayuntamiento no toma las medidas oportunas para mejorar la situación, que se enmarca en el actual contexto de pandemia y restricciones.
Según han informado la Plataforma Salvem Camp Redó y la Asociación Camp Redó Can Roig, la indignación de los residentes "es mayúscula", ya que tras varios intentos para pedir cita al alcalde, José Hila, se han visto ignorados. Y aseguran que la regidora de Infraestructuras, Angélica Pastor, y la de Urbanismo, Neus Truyol, tampoco han "encontrado hueco" para atenderles, pese a los reiterados intentos.
Esta entidad precisa que la situación de la barriada "es de abandono total", ya que no cuenta con vigilancia pese a las restricciones por la pandemia de la COVID-19, a pesar de las hogueras nocturnas en espacios públicos abiertos y el botellón a plena luz del día en el parque Can Simonet y parque Cotlliure, han precisado.
Ni dormir ni jugar en los parques
Ante esta situación, "los vecinos no pueden descansar por la toxicidad de las hogueras, y pese a los intentos de ayuda que se han pedido" al Ayuntamiento de Palma, "no parecen estar por la labor de escuchar las necesidades urgentes de los residentes" de Camp Redó, han lamentado ambas entidades, que resaltan que los niños no pueden jugar en los parques.
Cabe recordar que el alcalde Hila reunió esta misma semana a la Junta de Seguridad Ciudadana para actuar y coordinar dispositivos de control ante las medidas sanitarias por la pandemia, mientras que en Camp Redó se viven las situaciones descritas por las dos entidades, que reiteran su petición de actuación municipal urgente en la barriada.