
El COVID-19 vuelve a hacer mella en Mallorca.
Los numerosos casos, principalmente asintomáticos, que llegan a los centros de salud de la Isla, principalmente en Palma, están impidiendo que éstos desarrollen su trabajo relacionado con otras dolencias con normalidad.
Fuentes sanitarias de varias Unidades Básicas de Salud de Ciutat han confirmado a Mallorca Confidencial que "no damos a basto con los asintomáticos que nos llegan" y "nos estamos empezando a saturar, porque además de estos numerosos casos hemos de tratar el día a día, para el cual ya no damos a basto".
Esta es una información que el Govern dispone y que de momento no está gestionando de ninguna manera especial. La gran pregunta es ¿lo hace para salvar mínimamente una temporada turística que finalmente se han ido al traste?
La sociedad no es muy consciente de todo lo que está sucediendo por la poca o nula información que se da por parte de la administración autonómica, que es la que realmente dispone de todas las cifras.
Existen casos donde el temor de los ciudadanos ya es vox populi, por las informaciones que reciben de conocidos o allegados contagiados, pero no pueden ser corroboradas por ese silencio incomprensible que no permite oficializar la situación.
Los propios ayuntamientos tampoco aportan cifras concretas ni oficiales. Los casos asintomáticos, que en muchas ocasiones no son sumados por no sufrir ninguna dolencia por parte del paciente, no son tenidos en cuenta por parte de la administración, si bien deberían sumarse para que la sociedad y la opinión pública sepa ciertamente a lo que atenerse.
Hay zonas de Mallorca, que en el Llevant, donde ya se da por hecho que a mediados de septiembre volverá a ver un confinamiento. Pero eso ya es harina de otro percal de la que hablaremos largo y tendido en otro momento.