No importa cuantas veces se llame, el teléfono 971 21 19 88, habilitado por el IB-Salut para que soliciten la vacunación contra la COVID-19 las personas de 70 años o más que aún no hayan sido inmunizadas comunica permanentemente. Sin excepción y desde hace al menos cuatro días.
El extraño fenómeno ha sido comprobado por MALLORCA CONFIDENCIAL, que alertado por lectores ha realizado llamadas a ese número dentro y fuera de los horarios de atención habituales, incluida primera hora de la mañana, mediodía, tarde-noche, noche e, incluso, durante la pasada madrugada.
El resultado en todos y cada uno de los casos ha sido que de inmediato salta una voz automática femenina que dice “el número al que llama comunica en este momento”, y a continuación se empieza a escuchar el tono característico de ‘línea ocupada’, mensaje que además aparece en pantalla si se llama desde un móvil.
De este modo, este teléfono de atención pasa a engrosar la lista de servicios que no se están prestando con normalidad -o quizá no se están prestando- y a los que los usuarios deben llamar indefinidamente para no recibir ninguna respuesta, acumulando ansiedad y frustración. Ese es el caso del SEPE.
BitCita saturado
También estuvo saturado el pasado lunes el portal BitCita, habilitado por el IB-Salut para que los residentes de Baleares soliciten cita para vacunarse. La diferencia es que en el caso que nos ocupa se trata de usuarios de avanzada edad que no se manejan con las nuevas tecnologías y no tienen alternativas.
La activación del teléfono 971 21 19 88 tuvo lugar el pasado 6 de mayo, hace una semana, y por el momento las autoridades sanitarias no han ofrecido datos sobre cuántos usuarios han podido contactar y pedir su vacunación. En función de la prueba realizada, o la línea echa humo o no atiende a nadie.
En aquel momento se informó de que más del 70% de la población de las islas con entre 70 y 79 años ya había recibido al menos una dosis de la vacuna. Por tanto, al no poder usar el número facilitado queda a merced de la pandemia en torno a un 30% de residentes en esa franja de edad, considerada de riesgo.
Según se dijo cuando fue presentado, se trata de un número de repesca, porque el IB-Salut en realidad ha dado por terminada la inmunización a este grupo de población.
