lunes. 04.11.2024
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Uno de los nuevos comercios de Sant Miquel, situado en una de sus mejores esquinas.

Del mismo modo que invade la tristeza cuando todo está cerrado y se comprende que muchos establecimientos ya no volverán a abrir a causa de la crisis, debe volver la ilusión cuando se observa el resurgimiento, ese florecimiento tras el paso de la tormenta, que en el sector comercial de Palma se ha cebado especialmente.

Ahora, una de las principales arterias comerciales de la capital balear, la calle Sant Miquel, exhibe un aspecto más esperanzador, a los que han podido resistir se están uniendo otros nuevos, comercios como una clínica de estética y dos joyerías, que están en obras de reforma, prontas a abrir.

En los últimos meses se han perdido a causa de la pandemia tiendas tradicionales y emblemáticas que se echarán de menos, pero en cambio las que han resistido ya reciben clientes, justo a tiempo de la temporada estival, para que a las compras de los residentes se sumen las de los visitantes.

Así, la calle Sant Miquel empieza a volver a ser el referente que era para el comercio local de toda Mallorca, y volverán los ciudadanos de localidades de toda la Isla a buscar sus zapatos, sus gafas, sus pantalones y camisas, o quizá una joya, y se tomarán un refresco cuando el calor apriete.

En resumen, hablamos del retorno a la normalidad, de la vida sin restricciones ni toques de queda ni mascarillas, de disfrutar al máximo de momentos y actividades como comprar y pasear, que antes parecían tan obvias que quizá no se apreciaban en todo su valor.

Vuelve la ilusión a Sant Miquel con la apertura de nuevos comercios