Los integrantes del Pacte en el Consell de Mallorca no dan su brazo a torcer pese al informe negativo de los técnicos de Patrimoni y han acordado el derrumbre del monolito de sa Feixina. Esta decisión que podrá llevar acarreadas consecuencias jurídicas y políticas, también va a recibir respuesta por parte de asociaciones y entidades vecinales que próximamente se reunirán para dirimir que tipo de actuaciones pondrán en funcionamiento para evitar que este monumento sea derribado. Estas asociaciones rechazan que una voluntad política esté por encima del sentir de la mayoría de los ciudadanos.
Fuentes de la Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma explicaron que “los políticos que votan a favor del derribo de este monolito están demostrando que no tiene moral ni solvencia para dirigir una ciudad como Palma. Lo que está claro es que los radicales de estos partidos han acordado el derribo de este emblemático monumento cuando no representan ni al 3% de los ciudadanos. En todas las encuestas la mayoría de los ciudadanos se muestra a favor de mantener este monolito”.
La decisión está tomada pero el camino, según señalan desde la federación, no va a ser fácil ya que “vamos a hacer mucha presión tanto por medios jurídicos como manifestaciones en los plenos y en las calles. En los próximos días nos reuniremos con la Plataforma de sa Faixina y estudiaremos las posibles acciones a realizar en las que esperamos contar con los movimientos vecinales. Lo que tenemos claro es que haremos todo los que sea necesario para que todos aquellos que han firmado a favor de derribar este monumento sean llevados a juicio”.
Asimismo, señalan desde la federación que “de momento, vamos a ver si desde el ministerio de Cultura como el propio Gobierno español se pronuncian definitivamente y logran parar esta barbaridad. Los que estamos a favor de que sa Feixina se mantenga siempre hemos sido conciliadores y reflexivos y hemos aguantado los insultos de asociaciones contrarias a nosostros y, sobre todo, de la Federación de Vecinos que tan sólo atiende consignas políticas, pero a partir de ahora iniciaremos las reivindicaciones necesarias, eso sí, con buenas formas y educación.
