Los alcaldes de Banyalbufar, Esporles y Valldemossa han manifestado su "profundo malestar" porque después de meses de la tormenta del pasado agosto, "que destruyó paraje natural y patrimonio en abundancia en la Sierra de Tramuntana, parece que el Gobierno no otorgará la declaración de zona catastrófica que se solicitó".
La alcaldesa de Esporles, Maria Ramon, ha reclamado al Estado claridad, dado que "el impacto fue enorme", y ha criticado "la tardanza en dar una respuesta". Por su parte, el alcalde de Valldemossa, Nadal Torres, ha agradecido las actuaciones de la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, y también ha solicitado celeridad y apoyo al Estado.
Los alcaldes han señalado que la negativa de declarar la zona como gravemente afectada "frustra las expectativas" de los tres municipios y de muchos de sus vecinos afectados, que no saben si se podrán resolver las ayudas solicitadas para restaurar la zona y reparar los daños que sufrieron a causa de la tormenta.
Según han indicado, se estima que el temporal afectó a 736 hectáreas de estos tres municipios, de las cuales casi 683 son superficie forestal del Paraje Natural de la Sierra de Tramuntana. "Si esto no es una zona gravemente afecta, ¿qué lo es?", ha preguntado el alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà.
