Según han informado desde el Consistorio, el contrato se firmó el pasado día 31 de agosto, tiene una duración de un año con una previsión de tres posibles prórrogas para el mismo periodo, y el servicio se empezará a ofrecer este mismo mes de septiembre.
En este sentido, el principal objeto del contrato consiste al velar por el mantenimiento del óptimo estado de salud de los animales que permanecen a la perrera municipal, mediante un seguimiento técnico especializado por parte de un veterinario colegiado. El nuevo menescal tendrá que realizar visitas periódicas al centro para atender los animales, administrarles las vacunas obligatorias o hacer desparasitaciones cuando sea necesario.
Además, el contrato también establece que el veterinario tiene que llevar a cabo cerca de 150 castraciones de gatos para aplicar el protocolo de gestión de colonias felinas urbanas que ha aprobado recientemente el ayuntamiento.
Acogida temporal de gatos
Por otro lado, el nuevo veterinario municipal tiene que adaptar parte de las instalaciones de la perrera para poder acoger de forma temporal los gatos que necesiten un refugio mientras no sean adoptados o vuelvan a su colonia. Así mismo, se tiene que encargar también de elaborar un proyecto para ampliar el núcleo zoológico de la perrera municipal para dar cabida a otros animales.
En los próximos días está previsto que se lleve a cabo la primera reunión técnica entre el veterinario y los arquitectos municipales para empezar a trabajar en las adaptaciones y mejoras de la perrera.
El regidor de Urbanismo y Medio Ambiente de Llucmajor, Guillem Roig, ha explicado que “después de más de un año de trabajo al fin hemos conseguido hacer realidad esta contratación con la que cumplimos uno de los compromisos del equipo de gobierno respecto el bienestar de los animales en nuestro municipio”.
