El pasado lunes 8 de noviembre se cumplieron 19 años de la declaración del Parc Natural de la Península de Llevant como el área protegida más grande de las Illes Balears. Mucho ha llovido desde entonces y el parque ha pasado por diferentes situaciones. Hoy, se prepara para encarar un nuevo futuro marcado por la era Covid. Faxdepera ha hablado largo y tendido con la persona que ha estado al frente del parque en los últimos cinco años, su director, Cristian Ruiz Altaba.
Bueno lo primero debemos recordar que la declaración se produjo por petición expresa de los ayuntamientos que conforman la comarca del Llevant; Capdepera, Artà, Son Servera y Sant Llorenç des Cardassar. Fue durante el primer Pacte de Govern con Margalida Rosselló al frente de la Conselleria de Medi Ambient, en manos del partido ecologista Els Verds, y a la que no le quedó más remedio que aprobar dicha declaración. Pero cabe destacar que no fue una decisión gubernamental o política sino una petición de la gente.
- Aún así, sigue siendo el gran desconocido, incluso entre los propios mallorquines… ¿Cómo valora la promoción que se hace del parque?
Tanto la promoción interior a nivel de Baleares como en el exterior; península y extranjero, es equivocada y deficiente, y si bien es cierto que hemos crecido mucho en cuanto a visitas, sobre todo durante los fines de semana, el parque sigue siendo, cómo dice Ud., un gran desconocido entre los propios mallorquines, es una pena.
- ¿Cómo cree que debería hacerse esa promoción para presentar el parque como un producto atractivo?
Nuestros visitantes llegan al parque por el ‘boca a boca’ o por las redes sociales, así hemos llegado a colectivos que antes no venían como por ejemplo el turismo galo. El parque cuenta con elementos diferenciadores que suponen un gran atractivo entre su flora y fauna. Así, hemos recuperado especies desaparecidas como el ‘Voltor negre’ que ya es autóctono, las ‘milocas’ o ‘moixeta’ que nidifican únicamente en este parque o el ‘buscaret de coa llarga’, también una especie que sólo mantiene su hábitat en el parque. Además tenemos una colonia de ‘ferrerets’ que evoluciona favorablemente y una gran riqueza en plantas raras autóctonas.
- Realizan numerosas actividades durante todo el año, háblenos de ellas.
Estamos muy contentos con la gran aceptación de nuestros talleres y conferencias como la de la ‘llatra’ una tradición ancestral que estaba a punto de desaparecer y que hemos recuperado para darla a conocer, evitar su desaparición, dignificar la profesión y evitar que muera, y promocionar el producto artesanal.
Asimismo realizamos talleres de artes agrícolas antiguas y talleres ocupacionales como el programa ‘Sembram Futur’ en colaboración con el Govern y el Ajuntament d’Artà destinado a favorecer la integración de parados de larga duración y colectivos desfavorecidos en el mundo laboral, además de ofrecer la oportunidad de aprender un oficio. Con la entidad, ‘S’Estel de Llevant’ colaboramos para que sus usuarios realicen trabajos forestales.
- ¿Cómo se gestiona un parque de estas características?
Uf, surgen muchos problemas y a diario pero nuestro trabajo consiste en que no se note (se ríe), nuestra lucha contra las especies invasoras de cabras, serpientes, orugas, etcétera, es constante, además de otros inconvenientes que van surgiendo.
- Hablando de especies invasoras, ¿cómo valora la moda de los animales exóticos en casa que luego son abandonados fuera de su hábitat?
Realmente es un problema porque esas especies no autóctonas luchan por sobrevivir en un medio que no es el suyo en detrimento de las especies que son de aquí y a cuyas poblaciones van mermando poniendo en peligro su existencia.
Capdepera tiene un problema con el depósito de tortugas de Florida en el torrente de Canyamel y nosotros con las serpientes. Estos animales ‘importados’ son verdaderas bombas biológicas que además de suponer un peligro para las especies autóctonas lo son para el ser humano puesto que transmiten infinidad de enfermedades. Yo les diría a aquellos que quieren poner algo exótico en sus vidas, que se compren un jarrón pero que no sigan esta moda absurda de animales que además de suponer un peligro sufren muchísimo fuera de su hábitat y no tienen ningún futuro fuera del mismo. Acabarán muriendo.
- Habría que acabar primero con las mafias que trafican a nivel internacional con estos animales ¿no?
Bueno existen las mafias porque hay demanda, hay que crear conciencia social y ser un poco consecuente, ¿qué vida se puede ofrecer a una husky siberiano en Mallorca? Hay que tener un poco de sentido común. Esa es la asignatura pendiente. En la década de los ‘80 se traficaba mucho con coral y marfil por la demanda existente, hoy en día somos conscientes de dónde proceden ambos productos y que hay que respetarlos. Con los animales pasa lo mismo.
-¿Cuál es el futuro del parque?
Estamos inmersos en un proceso de cambio puesto que estamos en un proceso de ampliación del parque muy ambicioso. Vamos a multiplicar por 10 el área de protección, desde Cala Agulla hasta C’an Picafort. Recuperaremos la Marina de Cap Farrutx y esto implicará una mayor supervisión de las áreas protegidas que en algunos casos abarcarán fincas privadas.
- ¿Y cómo se lo tomarán los propietarios?
Pues muy bien porque la protección implica aspectos tan importantes como la prevención de plagas, de incendios y el mantenimiento de las mismas. De todas formas, no se dará un paso hasta que no se cuente con el consenso de todos los propietarios, no se hará nada que ellos no quieran.
