
Los alcaldes de Banyalbufar, Esporles y Valldemossa han manifiestado su "profundo malestar" porque después de casi seis meses del 'cap de fibló' que destruyó el paraje natural y patrimonio de la Sierra de Tramuntana, al parecer el Gobierno no otorgará la declaración de zona catastrófica que se solicitó.
Cabe recordar que el Consell de Govern aprobó, el 7 de septiembre de 2020, el acuerdo por el cual se solicitó al Estado la declaración de zona gravemente afectada por la tormenta del 29 de agosto.
A este respecto, la alcaldesa de Esporles, Maria Ramon, reclama al Estado claridad, “puesto que el impacto fue enorme y no entendemos la tardanza en dar una respuesta” a la solicitud de ayudas gubernamentales.
Por otro lado, el alcalde de Valldemossa, Nadal Torres, agradece las actuaciones de la Consellería de Medio Ambiente, y también pide celeridad y apoyo al Estado. La negativa en declarar la zona como gravemente afectada frustra las expectativas de los tres municipios y de muchos de sus vecinos afectados.
Más de 700 hectáreas afectadas
Ni unos ni otros saben si se podrán resolver las ayudas solicitadas para restaurar la zona y reparar los daños que sufrieron a causa de una tormenta sin precedentes, que afectó a 736 hectáreas de estos tres municipios, según las estimaciones.
De la cantidad anterior, casi 683 hectáreas corresponden a superficie forestal del Paraje Natural de la Sierra de Tramuntana. Por eso, el alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà, se pregunta: “si esto no es zona gravemente afectada, ¿qué lo es?”.