
Para mantener el paisaje agrario que todavía conserva Mallorca a duras penas, después de que el cemento se haya colado en la mayoría de la Isla, el Govern tienen que desembolsar casi 3 millones de euros que proceden del impuesto turístico. 282 agricultores profesionales ya han cobrado estas ayudas con las que los propietarios se comprometen a explotar sus terrenos de una manera sostenible.
La ecología hay que pagarla
Como explica el propio Govern, "una explotación agraria diversificada es aquella en la cual se lleva a cabo una gestión agraria determinada aprovechando los recursos naturales que tiene al alcance de una manera sostenible, en mayor o menor grado".
"Estas tareas de reutilización de los recursos, estiércol, purines, restos de poda, pastos y de diversificación, a menudo comportan unos gastos adicionales de mano de obra y maquinaria, que no se producen en explotaciones más intensivas", subrayan.
Los beneficios, según Agricultura y Medio Ambiente
Y a cambio de los casi 3 millones en ayudas, "esta gestión agraria diversificada genera servicios ambientales gratuitos que, aunque no estén reconocidos ni remunerados, benefician al conjunto de la sociedad, como la absorción de CO2, la polinización por parte de abejas, la conservación del suelo fértil, el reciclaje de nutrientes o la conservación del patrimonio genético, como son las variedades locales y razas autóctonas, entre otros".
Un cambio en el paisaje denominado agroecosistema
Pero según los responsables del Govern hay más beneficios, ya que "la dispersión parcelaria de las explotaciones y la medida de las parcelas ha contribuido de una manera extraordinaria a la creación de un paisaje agrario rico y diverso, un sistema complejo de relaciones en muchos ámbitos entre el ser humano y la naturaleza denominado agroecosistema".
En 2018 se beneficiaron 643 agricultores
En total, 643 agricultores profesionales Baleares se beneficiaron de la convocatoria del año pasado, que obtuvieron, por término medio, 3.925 euros.
Por islas, en Mallorca se beneficiaron 453 pageses; en Menorca 151, en Ibiza 38, y uno en Formentera.
El agricultor como labrador del paisaje
El Govern empieza a desarrollar una de las principales novedades de la Ley agraria, aprobada recientemente. Se trata del contrato territorial a través del cual se redefine la figura del agricultor y se da importancia a su actividad no sólo como generador de alimentos, sino también como labrador del paisaje.
De esta manera, el pagés tiene garantizado el apoyo para cubrir los costes que les representa la generación de toda una serie de externalidades sociales y ambientales positivas para el paisaje, que acaban disfrutando todos los ciudadanos de las Illes Balears y los visitantes que recibe la Comunidad.