sábado. 02.11.2024
Estudio UIB - Foto: Universitat de les Illes Balears
Estudio UIB - Foto: Universitat de les Illes Balears

Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y la Universidad de Santiago de Compostela ha descubierto que la ingesta de microplásticos por parte de los peces no es la vía principal de exposición a sustancias contaminantes. Los hallazgos, publicados en la revista *Science of Total Environment*, provienen de los grupos de investigación en Análisis por Inyección en Flujo y Análisis de Trazas (FI-Trace) de la UIB y el Aquatic One Health Research Center (Arcus) de la USC.

Según la UIB, el estudio señala que los microplásticos podrían no ser la fuente principal de exposición a compuestos químicos peligrosos como el bisfenol A y los ésteres de ftalato, presentes en muchos productos plásticos de uso cotidiano. Aunque los microplásticos, que se han dispersado ampliamente por los océanos, son nocivos para la vida marina debido a las lesiones físicas que causan al ser ingeridos, el estudio revela que su papel en la exposición a sustancias químicas podría ser menor del que se pensaba.

Para evaluar el riesgo potencial de estos contaminantes, los investigadores simularon el proceso digestivo de los animales marinos. Al exponer microplásticos a fluidos gástricos de peces, se observó que solo los compuestos hidrofílicos se liberaban en cantidades significativas. Sustancias como el dimetil ftalato, el dietil ftalato y el bisfenol A se disuelven rápidamente de los materiales plásticos, contribuyendo así a la contaminación del medio acuático.

Uno de los hallazgos más significativos del estudio es que la exposición de los peces a sustancias contaminantes proviene mayoritariamente del agua del mar, donde estos compuestos están disueltos, y no de la ingesta de microplásticos. Sin embargo, los investigadores subrayan que los residuos plásticos en el océano siguen siendo una fuente importante de contaminación química.

Manuel Miró, investigador principal del grupo FI-Trace, explicó: "Nuestros resultados sugieren que, aunque los microplásticos representan un riesgo para los organismos marinos, su papel en la exposición a sustancias químicas orgánicas es menor de lo que pensábamos". La mayor parte del bisfenol A y los ftalatos que ingieren los peces provienen probablemente del agua.

El estudio destaca la necesidad de continuar investigando los efectos de los microplásticos y los compuestos químicos en el medio ambiente. "Es esencial entender de dónde provienen estos compuestos nocivos y cómo afectan a los ecosistemas marinos para desarrollar estrategias que protejan tanto la fauna como la salud humana", concluyeron los investigadores.

La ingesta de microplásticos no es la principal vía de contaminación en peces