Ya son cinco años de Pacte de Progrés. En cada relevo las cifras han dado bancarrota en las cuentas públicas. Facturas impagadas en los cajones y una deuda disparada.
Piensen lo que será el 2023, Año electoral, pues a esa gestión hay que añadirle el tremendo efecto económico del COVID19. El fin de los ERTES provocará ahora la caída en masa de trabajadores al paro, con las empresas sin actividad ni ingresos que declarar. El batacazo será monumental.
El Pacte sigue gastando dinero público en promocionar el catalán. La presidenta Armengol tolera in rubor los postulados de sus socios separatistas ("catalanes de Mallorca" se definen), de hacer caer la monarquía y querer la secesión de Baleares para unirse a los llamados “Països Catalans”. Incluso apoyando a los proetarras. El gobierno de Baleares incluso dice que “el TS ataca la unidad del catalán y las competencias de las autonomías”. Con la que está cayendo.
La gente va a pasar hambre y sufre un gran riesgo sanitario. Yo pregunto: ¿Cómo es que se autorizan gastos para cuestiones no esenciales para la subsistencia? Es que mientras Sánchez suplica como pedigüeño la multimillonaria ayuda de Europa al tiempo se publican líneas de subvenciones para cuestiones no básicas. Es tremendo.
Sánchez nos deja sin Ministros, ni Secretarios de Estado, ni Directores Generales, designados desde Baleares. Ni uno a pesar de ser el gobierno con más miembros de la historia democrática de España. Baleares pide un Régimen Especial Fiscal -único territorio no peninsular que no lo tiene- y nada. En las ayudas al rescate postcovid quedamos claramente a la cola. Y los últimos en ayudas I+D.
El antiturismo galopa a sus anchas en los despachos del Pacte. Pagamos unas indemnizaciones multimillonarias por las diferentes moratorias urbanísticas de la izquierda. Cualquier actividad con capacidad de crecer es denostada. Compran material sanitario a China y se niegan a que se investigue la gestión de los comisionistas vinculados al PSOE balear. El porcentaje más alto de sanitarios contagiados ha sido aquí, en Baleares. Se lleva la palma el escándalo de los abusos y prostitución de menores bajo la tutela del Consell Mallorca, también presidido por los socialistas. Se han negado a investigar y depurar responsabilidades. Repugnante caso del que ya nadie habla. ¡Qué estaría pasando si gobernara el PP! Doble vara de medir que casa mal con lo que debería ser la coherencia y la responsabilidad política.
Y todavía hay quienes escriben que Francina lo está haciendo bien. Pues nada, a seguir bien. Pero recuerden que al final no es ella la que va a pagar la factura de tanto desaguisado. Será usted. Quede dicho.