El Ajuntament de Calvià implanta, a partir del próximo lunes 29 de junio, el sistema de recogida de residuos puerta a puerta en los dos núcleos tradicionales del municipio, los pueblos de Calvià y Es Capdellà.
Permitirá llegar al objetivo de reciclar el 50 por ciento de los residuos.
Un paso importante para mejorar la gestión de residuos
Con este nuevo sistema, que desarrolla la empresa pública Calvià 2000 con la colaboración del área de Medio Ambiente del Consistorio, el Ajuntament busca alcanzar el objetivo de reciclar el 50 por ciento de los residuos, tal como marca la ley de residuos, en una clara apuesta por la mejora del medio ambiente y el aumento en los porcentaje de recogida de residuos reciclables.
A lo largo de las dos últimas semanas, se ha llevado a cabo una campaña de gran calado y participación informando a la ciudadanía y comercios puerta a puerta y a través de mesas informativas que se han instalado en Calvià y Es Capdellà. Se les ha entregado cubos para los residuos, un imán con el calendario de recogida, una tarjeta para las áreas de aportación y bolsas compostables.
La recogida de residuos domésticos (materia orgánica, papel y cartón, envases ligeros y rechazo) se hará puerta a puerta, con los residuos separados correctamente, respetando los horarios y el calendario semanal.
Las viviendas que se encuentran en zona rústica deberán dejar sus residuos separados de forma correcta en las áreas de aportación (en Son Bugadelles o en ses Quarterades), que son instalaciones municipales cerradas y vigiladas donde se pueden dejar los residuos atendiendo unas determinadas normas.
Además, se ha puesto a disposición de las personas que tengan dudas la web www.calvia2000.es/puertaapuerta/.
Los datos del año pasado
El año 2019, en Calvià se reciclaba un 26% de los residuos que producía (un 2% más que en el año 2018), con el sistema puerta a puerta se espera que el porcentaje supere el 50%, como marca la
normativa.
El porcentaje de rechazo fue del 74%, con un total de 43.076 toneladas. Cada tonelada de rechazo cuesta 126,20 euros al municipio, por lo que el gasto el 2019 fue de 5.436.247 euros, solo para incinerar residuos procedentes de la recogida de rechazo.
