jueves. 28.03.2024
El pino, previamente talado y pelado, es de grandes dimensiones, entre 20 y 24 metros de altura (Foto: Archivo)
El pino, previamente talado y pelado, es de grandes dimensiones, entre 20 y 24 metros de altura (Foto: Archivo)

Una de las festividades más populares de Pollença es Sant Antoni y más concretamente, la coronación del Pi de Ternelles. Cada 17 de denero el municipio conmemora a Sant Antoni Abad con una demostración de las habilidades de los pollencins para llegar a la cima del tronco en medio de una plaza concurrida de visitantes que tienen ganas de acabar clamando ¡Visca Sant Antoni!, una vez concluida la azaña.

Los ‘foguerons’, también son muy característicos y valorados en Pollença. El concurso se celebra este jueves 16 de enero.

El pino, previamente talado y pelado, es de grandes dimensiones, entre 20 y 24 metros de altura (Foto: Archivo) El pino, previamente talado y pelado, es de grandes dimensiones, entre 20 y 24 metros de altura (Foto: Archivo)

El plato fuerte, subir al Pi de Ternelles

Es tradición talar el árbol después de Reyes para poder acercarlo hasta la Plaça Vella del pueblo y enjabonarlo y plantarlo allí la noche del 17 de enero. Un grupo de pollencins acuden al mediodía sobre las 14:00 horas a la finca de Ternelles a recoger el pino para después de les Beneïdes a modo de ritual trasladarlo hasta la plaza donde será coronado por un joven.

La tradición, lo estipula así, los jóvenes se disputan el honor de ser los primeros en subir hasta el ramaje, donde se ha colocado previamente un gallo y una bolsa con confeti. Lo cierto, es que los dos últimos años no ha habido gallo por temas de respecto y protección animal. Este año 2020 se abre la posibilidad a recuperar este elemento tradicional que forma parte de la historia popular de Pollença.

Con todo, el consistorio no ha querido asegurar este extremo y deberemos esperar hasta el último momento para conocer si finalmente el gallo vuelve. En caso de recuperarse esta figura, el actual equipo de gobierno municipal tiene claro que se trata de una petición y reivindicación por parte de la mayoría de los vecinos y destaca que en todo momento se tomarán las medidas necesarias para que el animal no experimente sufrimiento.

Los participantes crecen cada año

El pino, de grandes dimensiones normalmente entre 20 y 24 metros de altura, presenta en ocasiones dificultades a la hora de pasar por las estrechas calles del centro de la localidad.

Es por este motivo y también por la multitud creciente de personas que acuden a la fiesta - unas 10 mil personas - que el Ajuntament de Pollença uno de los temas que más en mente ha tenido es organizarse correctamente con la realización de una junta de seguridad para que delante cualquier imprevisto se pueda reaccionar rápidamente.

En esta línea, el regidor de Festes, Josep Pons destaca que “Nos coordinamos junto con la Policía, la Guardia civil, los bombers, y las ambulancias para estar ubicados en zonas estratégicas y reaccionar si es necesario en cuatro minutos. Lo cierto es que lo tenemos muy bien estudiado”.

Por otra parte, también en materia de seguridad, el consistorio, igual que han hecho otros municipios, ha decidido prohibir el uso de pirotecnia durante las fiestas. Solo se permitirá lanzar las conocidas popularmente como bombetes y solo en el casco urbano. En la zona boscosa de Ternelles y Formentor el uso queda totalmente restringido. Pons en este sentido apunta que “Se lanzaban petardos muy grandes y que pueden hacer heridas importantes. En Pollença estos días de fiesta hay mucha gente concentrada en muy poco espacio y por lo tanto consideramos que para garantizar la seguridad de los asistentes, esta es la mejor opción”.

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