jueves. 28.03.2024
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Coches de alquiler almacenados en una campa.

La asociación de coches de alquiler adherida a PIMEM asegura que el confinamiento y la parálisis comercial "afectó de lleno" a las empresas que se estaban preparando para la temporada alta. Además, este año y, en cumplimiento de la ley del cambio climático, muchos rent-a-car ya tenían apunto las flotas de coches eléctricos.

Algunas de estas empresas no pudieron anular los pedidos y "se vieron en una situación de sobredimensionamiento" ante la paralización de la actividad. No fue hasta el mes de julio, según AEVAB, cuando se inició la temporada y se empezó a trabajar, y a consecuencia de las medidas adoptadas en el Reino Unido y Alemania, el 20 de agosto se paró en seco.

La asociación adherida de rent-a-.car asegura que “esta temporada ha sido de mes y medio, se ha contratado a un 70% de los trabajadores, por lo que alrededor de un 30% de los puestos de nuestro sector no se han cubierto y nuestros trabajadores han permanecido en el ERTE o bien no se han realizado nuevas contrataciones”. 

A pesar de la situación el presidente de AEVAB, Ramon Reus, recuerda que “año tras año nos enfrentamos a una crisis que ocasiona el cierre definitivo de empresas, ya sea por la falta de continuidad generacional o bien por la proliferación de multinacionales, que con su política de precios y publicidad engañosa hacen que se tenga que bajar tanto los precios que deja de ser un negocio rentable”.

Menos competencia desleal

Este año, con la crisis del COVID, Reus asegura “que muchas multinacionales que utilizan el canal del rent-a-car para la exportación, que es realmente el negocio al que se dedican, no hayan adquirido y desplazado un gran volumen de flota a nuestras islas, por lo que ha habido menos competencia desleal y más equilibrio en los precios del alquiler”.

A pesar de la crisis la patronal mantiene que no ha cambiado su modelo “apostar por un equilibrio entre la oferta y la demanda y la restricción y control de entrada de flotas de vehículos”. Para Reus “las autoridades deben asumir su responsabilidad con la sostenibilidad de nuestro territorio y ello pasa por el control de la actividad del sector de rentacar, para que todos operemos bajo las mismas condiciones”.

La facturación del sector rent-a-car balear ha caído un 80% durante la temporada alta