viernes. 29.03.2024

El futuro turístico que nos espera

Los empresarios turísticos de Baleares y del resto del país continúan en una situación desesperada ante la situación crítica por la pandemia que estamos viviendo y también por la mala gestión de este gobierno de turno que está mas preocupado en malas componendas para sacar su principal objetivo que son los Presupuestos, aunque sea a costa de pactar con el diablo. Alarmantes negociaciones con sus socios de Podemos, con los independentistas, incluso con Bildu, ofreciendo indultos, dinero y dádivas políticas a costa de la destrucción del Estado Constitucional que tanto costó vertebrar.   

Afortunadamente con la transferencia a las CCAA de la gestión de la pandemia han ido bajando las cifras de contagios y fallecidos, pero ha continuado el sangrado económico del país.  Estamos en la cola de los países europeos según advertencia de la CE. Por su parte, el turismo no levanta cabeza, según las últimas estadísticas según los medios, la ocupación en Baleares ha bajado un 97% con respecto al año anterior, cosa lógica por efectos de la pandemia con las consiguientes pérdidas y endeudamientos de todo el sector y la consecuente quiebra para muchos de ellos. Actualmente se venden unos 70 establecimientos hoteleros en Baleares, lo que nos lleva a pensar el negro futuro que nos espera. 

A pesar de ello, el sr. Pedro Sánchez en la reciente Cumbre de Innovación Turística  de Sevilla se atreve, inducido por el anuncio de la llegada de las vacunas, a anunciar que “el año 2021 será uno de los mejores años para el turismo de España”, y que para ello es muy importante la aprobación de sus Presupuestos ya que “se traducirá en la mayor inversión de la historia democrática para la renovación del sector turístico español” por un importe de 3.400 millones a lo largo de los tres próximos años. 

Anuncio que ya nadie puede creer, porque el turismo no funciona como un grifo de agua corriente que se abre y sale a chorro. Es otra cosa, donde están implicados muchos factores, la confianza del turista después de la pandemia, la mala situación económica en general, el Covid19, la solvencia de los TTOO y de las Cías aéreas, etc., y a lo sumo en Baleares, a pesar de ser un destino preferencial podemos aspirar como mucho a unas ocupaciones medias y a precios de oferta, salvando excepciones, para la próxima temporada ello supone una recuperación lenta y difícil, establecimientos endeudados, con cargas sociales pendientes y dificultad de financiación para poder insuflar otra temporada. No pretendo ser catastrofista pero me temo que este es el futuro que nos espera a corto plazo. Consecuentemente todo ello repercutirá negativamente en la recaudación de impuestos, y la CE no va a regalar cheques en blanco al sr. Sánchez sin contrapartidas como el aumento del IVA y demás impuestos. Vaya panorama nos espera.

El futuro turístico que nos espera