viernes. 19.04.2024
Es urgente poner fin a los plásticos de un solo uso

Amics de la Terra considera que la nueva Ley de Residuos Estatal no es suficientmente ambiciosa. Consideran que una salida justa y sostenible de la crisis debe avanzar hacia el “residuo cero”.  Critican que el recién aprobado Anteproyecto de Ley de Residuos en Consejo de Ministros será mucho menos ambicioso que la Ley de Residuos de las Islas Baleares, pionera y aplaudida a nivel europeo.

Actualmente, aseguran "España decide si busca un cambio real hacia el residuo cero y la economía circular, o sigue protegiendo los intereses de la industria que fomenta y defiende el modelo de producción y consumo basado en el usar y tirar’".

Es urgente poner fin a los plásticos de un solo uso

La entidad ecologista manifiesta abiertamente que "Nuestra nefasta gestión de residuos tiene consecuencias palpables, como los 9 millones de toneladas de plástico que se vierten cada año en los océanos". 

Entre las medidas previstas en la nueva normativa estatal, el texto prohíbe a partir de julio de 2021 la comercialización de cubiertos, platos, pajitas y agitadores de bebidas de plásticos de un solo uso, entre otros productos. También se prevén medidas complementarias como la creación de un impuesto a los artículos desechables de plástico.

"Estos objetivos suponen un buen comienzo, pero se debe ir más allá. El gobierno no puede limitarse a una implementación de mínimos de la normativa europea", concluyen desde Amics de la Terra. 

En este  sentido consideran que es urgente aplicar medidas como reducir el uso de todos los plásticos de un solo uso, y no sólo los envases de bebidas y recipientes de alimentos. 

Residuo cero para una verdadera transición ecológica

Amics de la Terra apunta que para avanzar realmente hacia un modelo de economía circular, que reduzca el consumo de recursos naturales y la emisión de gases de efecto invernadero, el gobierno debe tener en cuenta unas líneas prioritarias básicas: establecer objetivos de reducción de residuos ambiciosos y con plazos, cambiar el modelo de gestión de residuos, priorizando la reducción en la cadena de producción y distribución (esto es, desde la fase de concepción y diseño del producto hasta su distribución y consumo). En esta línea, apostar claramente por la reutilización, especialmente en fracciones clave como envases, electrónica o textil, y avanzar en la implantación decidida de sistemas de depósito y retorno de envases. 

Además de implantar la recogida selectiva en origen de la materia orgánica en la mayor brevedad posible para garantizar porcentajes de reciclajes más amplios  y luchar contra la desertificación y la pérdida de suelo en todo el territorio. Esto implica desarrollar el potencial del compostaje descentralizado como mejor opción para el tratamiento de los residuos orgánicos. Por último, siguiendo la jerarquía de residuos establecida por la UE, poner todos los esfuerzos en reducir al máximo y, progresivamente, poner fin a  la incineración, el vertido y otras soluciones finalistas.

La incultura del usar y tirar crece todavía más